Es una secreción mucosa que surge de la membrana bronquial, también suele ser conocida como esputo.
Esta mucosidad es necesaria para la limpieza de los bronquios, es por ello que la membrana suele producir al día entre 100 ml y 150 ml.
Esta secreción suele ser desechada de forma inconsciente por el organismo a través de la tráquea y está compuesta por agua, células y moco.
Si la consistencia, viscosidad, color y cantidad de esta mucosidad cambia repentinamente puede ser sinónimo de alguna enfermedad o afección en las vías respiratorias o por alguna alergia repentina.
El tono de esta secreción puede variar de transparente a:
- Verdosa.
- Purulenta.
- Amarillenta
- Rojiza.
- Marrón.
Si esta secreción tiende a mantener mal olor y es cada vez más espesa, el afectado deberá examinarse con un médico para determinar si hay presencia de sangre o pus en la expectoración para indicar el tratamiento idóneo que necesite dependiendo de la enfermedad.
También la expectoración puede ser espesa o con una tonalidad rojiza o marrón su el individuo es fumador activo. Esto suele ser acompañado de una tos crónica e irritación en la garganta.
Causas de la Expectoración
Existen diversos factores que pueden generar cambios inusuales en la expectoración, para poder determinar estas causas el médico tratante debe conocer si el paciente es fumador activo o pasivo y desde cuándo se encuentra bajo esa condición.
De igual manera, el médico debe evaluar la ronquera o el posible dolor de garganta, el color, el aspecto y la consistencia de la mucosidad.
También las enfermedades como la bronquitis cónica, el asma, las alergias, hongos, agentes patógenos como la tuberculosis, aspergilosis, actinomicosis o cualquier afección en las vías respiratorias o pulmonares pueden influir en el aspecto y condición de la secreción.
El cambio de los fluidos de la expectoración puede ser una señal de la presencia de algún tumor benigno, maligno o cáncer en los pulmones.
Características
Dependiendo de la afección, las características de la expectoración pueden variar, entre ellas se pueden mencionar:
- Bronquitis crónica: la secreción es mucosa, vidriosa, blanquecina y constante.
- Asma bronquial: la secreción se torna con un color verdoso o amarillento cuando aparece la infección con un aspecto viscoso y en algunos casos purulenta.
- Fibrosis quística: la flema tiende a tener un color verdoso y espeso. Esta apariencia se genera por la presencia de una infección.
- Tuberculosis y actinomicosis: este tipo de afección pulmonar hace que la expectoración posea un aspecto quebradizo, viscoso y amarillento.
- Bronquiectasia: la secreción es excesiva, espesa y verdosa.
- Hemoptisis: esta afección hace que la expectoración contenga un hilo de sangre producto de una infección aguda y en algunos casos puede ser el comenzó de los síntomas de cáncer en los pulmones.
- Fumadores activos: por su condición, tiende a tener una expectoración de color marrón o en algunos casos un tono casi negro y muy espeso.
Diagnóstico de la Expectoración
El cambio de la expectoración debe ser analizado por un médico especialista para determinar las causas y la afección o enfermedad que posee el organismo.
Si el médico al realizar un chequeo a un paciente este tose con expectoración irregular, debe proceder a unos exámenes médicos para determinar el tipo de infección respiratoria y proceder a indicar el tratamiento.
En la mayoría de los casos, la expectoración es benigna cuando la enfermedad es un resfriado viral o una alergia.
En cambio si la expectoración tiene un largo periodo con un color, olor y textura anormal, puede ser síntomas de una enfermedad peligrosa o riesgosa para la salud del paciente como por ejemplo el cáncer pulmonar.
Para descartar cualquier tipo de afección grave el médico puede solicitar:
- Broncoscopia.
- Radiografía de tórax.
- Lavado broncoalveolar.
- Biopsia.
Tratamiento
Dependiendo de la afección se determina el tratamiento que debe seguir el paciente.
En algunos casos como las infecciones bacterianas en las vías respiratorias, es necesario un tratamiento con antibióticos, beber muchos líquidos y mantener el cuerpo en reposo.
En cambio si la afección es un resfriado común, lo habitual es utilizar medicamentos que hagan expulsar la flema, alejarse del polvo y del ambiente frío. Los expectorantes son un alivio al disminuir la viscosidad de la secreción.
Si la expectoración masiva es por alergias, se debe combatir con medicamentos que la eliminen o la controlen.
En el caso de enfermedades graves como es el caso del cáncer pulmonar se debe seguir un tratamiento con quimioterapias.
Para los fumadores la recomendación es que dejen ese hábito para disminuir el riesgo de enfermedades futuras que pueden ser nocivas para la salud o incluso mortales.
