Se utiliza por vía oral para el tratamiento sintomático de algunas patologías pulmonares que cursan con excesos de mucosidades.
El flumil es un fármaco mucolítico, que reduce la mucosidad nasal.
Es conocido como sintomático porque no cura la enfermedad, solo contribuye a aliviar los síntomas.
La mucosidad es propia de muchas enfermedades, desde un resfriado a una bronquitis o una fibrosis pulmonar, la acetilcisteína contribuye a aliviar los síntomas en todas ellas.
Formula química
- El principio activo del flumil es la acetilcisteína.
- C5H9NO3S.
- Ácido (R)-2-acetamido-3-sulfanilpropanoico.
Presentación
- Granulado para adultos en solución oral de 200 mg.
- Granulado infantil para solución oral 100 mg.
- Comprimidos efervescentes (Flumil Forte) 600 mg.
- Solución oral 20 mg/ml.
- Solución oral 40 mg/ml.
- Jarabe.
- Ampollas.
Indicaciones
El flumil está indicado en los casos de hiperviscosidad bronquial, como tratamiento coadyuvante en los procesos respiratorios que presentan secreciones mucosas excesivas.
Para el tratamiento de iones como las bronquitis aguda y crónica, las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, los enfisemas pulmonares, el resfriado común, la gripe, las atelectasias ocasionadas por obstrucciones mucosas, complicaciones pulmonares por fibrosis quística y otras patologías relacionadas.
También se utiliza como un antídoto en el caso de una sobredosis de paracetamol.
El flumil es indicado cuando se trata un trastorno genético en el que las secreciones fisiológicas se presentan mucho más espesas que lo normal, por lo que obstruyen las vías respiratorias, los conductos pancreáticos o espermáticos.
Mecanismo de acción
Este compuesto es un derivado de N-acetilado de un aminoácido natural, la cisteína.
Este reduce la viscosidad que presentan las secreciones bronquiales, favoreciendo su eliminación, probablemente esto es debido a la existencia de un grupo tiólico libre.
Este grupo de tioles es capaz de fragmentar los enlaces disulfuro que son los encargados de mantener la estructura de las mucoproteínas, lo que produce una fluidificación de las secreciones.
Por otro lado, la acetilcisteína actúa también sobre la mucosa respiratoria, permitiendo la expectoración o la expulsión del moco.
Protegiendo a su vez a las células mucosas de las irritaciones que pueden producir las mucosidades excesivas, por su efecto citoprotector.
Dosis
La administración recomendada es por vía oral, en dosis distribuidas en el curso del día o en una toma única.
Flumil granulado
- En adultos y niños mayores de 7 años: La dosis habitual recomendada es de 600mg por día, por vía oral, puede administrarse en una sola toma diaria de 600 mg o en 3 tomas al día de 200 mg cada una y cada 8 horas.
- En niños entre 2 y 7 años: La dosis habitual recomendada es de 300 mg al día por vía oral, en 3 tomas de 100 mg cada una y cada 8 horas.
En los casos de complicaciones pulmonares de la fibrosis quística, la dosis habitual recomendada para en estos casos es la siguiente:
- En adultos y niños mayores de 7 años: De 200 a 400 mg cada 8 horas.
- En niños de 2 a 7 años: 200 mg cada 8 horas.
Ampollas
Las ampollas se pueden administrar parenteralmente, por vía intravenosa, intramuscular, por vía inhalatoria, por instilación intratraqueal.
Jarabe
- En adultos: La dosis recomendada es de 10 ml (200 mg) cada 8 horas o 30 ml (600 mg) cada 24 horas en dosis única, preferiblemente en la mañana.
- En adolescentes a partir de los 12 años: 10 ml (200 mg) cada 8 horas.
- En niños de 6 a 11 años: La dosis es de 5 ml (100 mg) cada 8 horas.
- En niños menores de 6 años: No se ha evaluado aun su seguridad ni su eficacia.
Efectos secundarios
Los efectos adversos de la administración del flumil son poco comunes. Sin embargo, cuando se presentan son de carácter muy leve y transitorios. Entre estos se destacan:
Digestivos: En algunas ocasiones pueden aparecer las nauseas, los vómitos, la diarrea y la hiperacidez gástrica. Este tipo de efectos aparece sobre todo cuando se emplean altas dosis.
Hepáticos: Se han reportado algunos casos de aumentos de las transaminasas, tras la administración en altas dosis de acetilcisteína, que se revirtieron al cabo de pocos días después de suspender el tratamiento.
Neurológicos y psicológicos: Se han presentado en algunos casos cefalea y somnolencia.
Respiratorios: Estos efectos suelen ser exclusivos de la administración por inhalaciones. Se pueden presentar bronquitis, hemoptisis, rinorreas, traqueítis y espasmos bronquiales.
Oculares: Se presentan efectos como visión borrosa.
Trastornos del oído: En el caso especial del laberinto, como tinnitus.
Alérgias dermatológicas: Una vez administrado el flumil, se pueden producir efectos secundarios a los 30 a 60 minutos como las reacciones de hipersensibilidad al componente, que presentan urticarias generalizadas, fiebres moderadas, erupciones exantematicas, pruritos, angioedemas, disneas e hipotensión.
Estas reacciones se presentan más frecuentemente y con mayor grado de gravedad en los casos de administración parenteral, pudiendo llegar a ser mortales en algunos casos, mientras que cuando se administran por vía oral o inhalatoria es muy raro que se produzcan estos efectos.
En caso de que se produzcan reacciones alérgicas, se recomienda la suspensión temporal del tratamiento y la administración de antihistamínicos H1, y en caso de ser necesario, la aplicación de adrenalina. Si esta reacción alérgica vuelve a repetirse debe ser suspendido inmediatamente y no volver a administrarlo en el paciente.
Generales: El flumil puede provocar un exceso de sudoración.
Advertencias y contraindicaciones
Suficiente líquido: Es recomendable beber abundante líquido durante el tratamiento con flumil.
Alcohol y drogas: No debe ser administrado conjuntamente con el alcohol o las drogas.
Niños: El flumil está recomendado para niños a partir de los 2 años de edad.
Embarazo: La utilización del flumil durante el embarazo está contraindicada, aunque no se han realizado investigaciones que demuestren que este fármaco provoque daños fetales.
Lactancia: Se debe evitar su administración durante la lactancia.
Alergias: La acetilcisteína, que es el principio activo del flumil, es un derivado de un aminoácido denominado cisteína. Por esta razón, su uso está contraindicado en caso de alergias o hipersensibilidad a los compuestos vinculados con la cisteína. En la primera manifestación de una reacción alérgica a este fármaco debe retirarse.
Somnolencia: El flumil produce somnolencia, por ello que debe evitarse conducir vehículos y operar maquinarias o equipos durante su administración.
Insuficiencia hepática severa y cirrosis hepática: El metabolismo de este medicamento es hepático y su eliminación es renal.
Por lo que se debe tener especial cuidado y vigilar muy de cerca al paciente en el caso de presentar patologías en algunos de estos órganos, por el riesgo de presentar reacciones adversas y en ese caso se hace necesario el ajuste de la dosis o la búsqueda de un tratamiento alternativo.
Ulcera péptica: El flumil está contraindicado especialmente en los casos de úlceras gastrointestinales. La acetilcisteína puede en ocasiones provocar náuseas y vómitos, sobre todo con dosis altas, por lo que existe un mayor riesgo de hemorragias gástricas.
Además, se ha reportado también que la acetilcisteína produce un aumento en la fluidez del moco gástrico, ocasionando una disminución en la acción protectora de las mucosas. Se recomienda ponderar las precauciones en aquellos pacientes que padecen de úlceras pépticas.
Asma: En pacientes con problemas de asma, que sufren de insuficiencias respiratorias graves o en aquellos casos de enfermedades que presenten espasmos bronquiales, un aumento de la fluidez en las secreciones puede ocasionar una obstrucción de las vías respiratorias si no se produce la expectoración adecuada.
Se recomienda por lo tanto en estos casos extremar las precauciones. En aquellos pacientes que reciban acetilcisteína por vía de inhalación oral o instilación intratraqueal se puede llegar a producir un bronco espasmo.
En caso de que esto suceda, se recomienda incluir un bronco dilatador en el líquido que se va a utilizar para realizar las nebulizaciones, y si persiste el broncoespasmo, se debe suspender el tratamiento de inmediato.
Cuando se dé inicio al tratamiento, puede surgir un aumento en las expectoraciones, causada por el aumento de la fluidez en las secreciones. Este efecto se va reduciendo a los pocos días de tratamiento. Si estos síntomas continúan o se agravan después de cinco días de tratamiento, se aconseja reevaluar esta situación clínica.
Interacciones
No debe administrarse conjuntamente con fármacos antitusivos, como la codeína y otros medicamentos para la tos.
Ni con fármacos inhibidores de las secreciones bronquiales como anticolinérgicos o antihistamínicos H1, antidepresivos tricíclicos, antiparkinsonianos, inhibidores de la monoamino oxidasa, neurolépticos.
Pueden antagonizar los efectos de la acetilcisteína y podría provocar la acumulación de un moco fluido.
Además, debido a su metabolismo hepático puede interaccionar cuando se administran altas dosis con otros fármacos, en estos casos se debe consultar al médico sobre las posibles interacciones medicamentosas.
En el caso de los antibióticos, la acetilcisteína podría resultar incompatible con la anfotericina B, la ampicilina sódica, las cefalosporinas, el lactobionato de eritromicina o algunas tetraciclinas.
Se recomienda realizar las tomas separadas al menos con un intervalo de dos horas, entre ellas.
Cuando se toma conjuntamente con la nitroglicerina, la acetilcisteína podría potenciar los efectos vasodilatadores de la nitroglicerina y provocar las reacciones adversas a dosis muy elevadas (100 mg/kg).
Con las sales de metales, la acetilcisteína podría presentar ciertos efectos de tipo quelantes de algunos metales como oro, calcio o hierro, por lo que podría disminuir su absorción.
Es recomendable separar la toma de los suplementos minerales y acetilcisteína con al menos dos horas de diferencia entre uno y otro.