Esta condición también llamada sensibilidad a la luz, es aquella en la que no se puede tolerar la luz a niveles que para la mayoría de las personas se consideran aceptables.
El resultado es que cualquier fuente de luz estándar, desde faros, farolas, luz solar, luces fluorescentes e incendios, podría causarle dolor e incomodidad. Los síntomas se experimentan a diferentes niveles.
Algunas personas solo sufrirán cuando las luces sean particularmente brillantes, pero en casos excepcionales, cualquier fuente de luz es extremadamente incómoda.
Causas de la fotofobia
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que si su sensibilidad a la luz ha sido causada por una afección subyacente, entonces el mejor tratamiento será encontrar esa causa y eliminarla, para que el ojo pueda ser menos sensible.
En la mayoría de los casos, la fotofobia no se considera una enfermedad ocular real, sino un síntoma de muchas condiciones posibles.
Por ejemplo, muchos médicos consideran la fotofobia como resultado de factores externos y factores naturales.
Las causas pueden variar drásticamente de un paciente a otro, y esta afección ocular puede ser causada por varios trastornos que afectan los ojos o el sistema nervioso.
De hecho, una anormalidad simple en el sistema visual puede conducir a la sensibilidad a la luz. Por ejemplo:
- Cuando demasiada luz se permite entrar a los ojos. Esto puede suceder si se padece una afección ocular como daño a la retina o una abrasión corneal.
- En algunos casos, la luz excesiva puede entrar en los ojos cuando las pupilas no pueden contraerse naturalmente y reducir la exposición debido a daños en los nervios.
- Cuando los fotoreceptores de las retinas se encuentran sobre estimulados.
- Cuando hay un aumento anormal en el nivel de impulsos eléctricos a los que está expuesto el nervio óptico.
- Cuando hay respuestas adicionales en el sistema nervioso central.
Las causas naturales de la fotofobia pueden incluir:
- Las pupilas particularmente grandes: la pupila es la parte negra del ojo que es responsable de regular el nivel de luz que se permite entrar al ojo en un momento dado. La pupila se adapta naturalmente a la cantidad de luz. Las personas que tienen pupilas más grandes son automáticamente más sensibles a la luz.
- Los ojos de color claro: las personas que tienen ojos de color claro también pueden ser más sensibles a la luz. La melanina es el pigmento que le proporciona a la piel y a los ojos colores oscuros. Además de este color, la melanina también es útil para absorber la luz, y las personas con ojos más claros tienen menos melanina en su sistema para absorber parte de la luz a la que están expuestos.
- Cualquier estimulación sonora puede ser increíblemente dolorosa para las personas que sufren migrañas, que pueden causar tanto hiperacusia como fotofobia. Esta es la razón por la cual las personas que experimentan migrañas generalmente prefieren quedarse en habitaciones silenciosas y oscuras.
Por lo general, estas causas naturales de fotofobia no se pueden corregir porque son características propias del individuo.
Sin embargo, a veces se pueden encontrar causas externas como las siguientes con algunas opciones de tratamiento:
- Las cataratas: la opacidad de la lente se puede corregir con la cirugía de cataratas.
- La cirugía refractiva: esto puede hacer que los pacientes sean intolerables a la luz durante semanas, y esto debe abordarse con medicamentos.
- La deficiencia de luteína y beta caroteno: tomar suplementos y hacer cambios en la dieta puede ayudar a actuar como un tratamiento.
- El síndrome del ojo seco: esta afección hace que la córnea sea más sensible a la luz ya que los nervios están expuestos a la sequedad. Las lágrimas artificiales pueden ayudar a abordar el problema.
- El síndrome de visión por computadora: como la gente generalmente parpadea menos cuando usa una computadora por un período de tiempo prolongado, esto puede conducir a una mayor absorción de luz y a síntomas de ojo seco.
- El glaucoma: la presión ocular elevada a veces se puede tratar usando una variedad de soluciones, particularmente cuando se reconoce temprano.
- Los efectos secundarios de los medicamentos: ciertos medicamentos como los antihistamínicos, antidepresivos y otros medicamentos para la presión arterial pueden provocar fotofobia. Simplemente cambiar los medicamentos a veces puede ser suficiente para reducir los síntomas en este caso.
Los problemas de fotofobia que ocurren como resultado de la exposición a ciertos medicamentos son más comunes de lo que la mayoría de la gente piensa.
La etiqueta o las instrucciones de un medicamento, tanto los medicamentos recetados como los de venta libre, a menudo incluyen una mayor sensibilidad a la luz como efecto secundario.
La razón de esto es que muchos medicamentos pueden alterar el sistema nervioso, lo que puede hacer que la pupila se agrande y, por lo tanto, permita que entre más luz en el ojo.
Los medicamentos comunes que se sabe que causan fotofobia incluyen antibióticos como doxiciclina y tetraciclina, medicamentos antivirales como trifluridina e idoxuridina, y medicamentos para el mareo como la escopolamina.
Las drogas diabéticas también pueden tener un impacto en la sensibilidad a la luz, junto con varios medicamentos que son responsables de dilatar la pupila.
Síntomas
El primer paso para descubrir qué está causando su fotofobia es observar sus síntomas.
Cuando tienes ojos sensibles a la luz, las señales que envían las retinas al cerebro pueden interpretarse incorrectamente como incomodidad o dolor.
Cuanto más fuerte es la fuente de luz, es más probable que experimente una cantidad significativa de incomodidad.
Muchas personas encuentran que su fotofobia provoca la necesidad de cerrar y entrecerrar los ojos, y este problema también se acompaña de una variedad de otros síntomas, como dolores de cabeza o incluso migrañas.
La fotofobia puede ocurrir al aire libre o en interiores, y puede provocar una sensación de picazón o ardor, junto con los entrecerrar los ojos en presencia de la luz, haciendo que la persona haga una mueca de dolor.
Algunas personas incluso encuentran que sufren una excesiva producción de lágrimas que hace que sus ojos se llenen de agua.
Algunas señales de que su sensibilidad a la luz puede haber llegado a ser más importante incluyen:
- Dolor en los ojos.
- Dolor de cabeza.
- Ojos excesivamente acuosos.
- Rigidez en el cuello.
- Necesidad de cerrar los ojos con frecuencia o parpadear.
- Sensación de ardor en los ojos.
Tratamiento de la fotofobia
La mejor manera de tratar la fotofobia, es encontrar y resolver el problema subyacente.
Por supuesto, hay algunas personas fotofóbicas que son naturalmente sensibles a las luces más brillantes.
Los expertos médicos sugieren que estas personas deben hacer todo lo posible para evitar al máximo la exposición directa, usando gafas de sol y sombreros con protección ultravioleta.
También puede usar lentes de contacto protésicos que están diseñados y coloreados de una manera que enmascare los diversos defectos en sus ojos.
Estas lentes pueden mejorar la apariencia de los ojos eliminando la desfiguración causada por enfermedades de los ojos, además de hacer que los ojos sean más capaces de lidiar con la luz.
Algunas personas también pueden usar lentes fotocromáticos. Cuando estas lentes entran en contacto con la luz solar natural o la luz artificial, se oscurecen automáticamente para proteger los ojos.
El tratamiento de la fotofobia con estos lentes a menudo se recomienda para pacientes con sensibilidad leve.
Otras opciones de tratamiento incluyen:
- Tomar suplementos y adaptar la dieta para lidiar con las deficiencias de vitaminas: la sensibilidad a la luz es un problema común entre las personas que tienen bajos niveles de vitaminas B y A, por lo que la administración de suplementos puede ser útil.
- Comer más almendras y queso, que contienen riboflavina: se ha encontrado que esta sustancia es útil en pacientes con migraña, donde la fotofobia es un síntoma típico.
- Comer alimentos con carotenoides: se ha encontrado que los carotenoides como la zeaxantina y la luteína son útiles para reducir los síntomas de la sensibilidad a la luz, así como de otros problemas oculares. Estas sustancias se pueden encontrar en vegetales de hoja verde oscuro y frutas de colores brillantes.