Es un procedimiento mediante el cual se inserta un tubo a través de la boca hacia abajo en la tráquea (la vía aérea grande de la boca a los pulmones).
Antes de la cirugía, esto se hace a menudo bajo sedación profunda. En situaciones de emergencia, el paciente suele estar inconsciente en el momento de este procedimiento.
La intubación es el proceso de inserción de un tubo, llamado tubo endotraqueal (ET), a través de la boca y luego en la vía aérea. Esto se hace para que un paciente pueda ser colocado en un ventilador para ayudar con la respiración durante la anestesia, sedación o enfermedad grave.
El tubo se conecta entonces a un ventilador, que empuja el aire en los pulmones para apoyar en la respiración al paciente.
Este proceso se hace porque el paciente no puede mantener sus vías respiratorias, no puede respirar por su cuenta sin ayuda, o ambos.
Esto puede suceder porque está recibiendo anestesia y no podrá respirar por sí mismo durante la cirugía, o puede estar demasiado enfermo o lesionado para proporcionar suficiente oxígeno al cuerpo sin ayuda.
¿Qué tipo de tubo se utiliza?
El tubo que se utiliza hoy en día suele ser un tubo de plástico flexible. Se llama tubo endotraqueal porque se desliza dentro de la tráquea.
¿Cuál es el propósito de la intubación endotraqueal?
El tubo endotraqueal sirve como un paso abierto a través de la vía aérea superior. El propósito de la intubación endotraqueal es permitir que el aire pase libremente hacia y desde los pulmones para ventilar los pulmones.
Los tubos endotraqueales pueden conectarse a máquinas de ventilación para proporcionar respiración artificial. Esto puede ayudar cuando un paciente está inconsciente y manteniendo una vía respiratoria permeable, especialmente durante la cirugía.
A menudo se utiliza cuando los pacientes están gravemente enfermos y no pueden mantener una función respiratoria adecuada para satisfacer sus necesidades. El tubo endotraqueal facilita el uso de un ventilador mecánico en estas situaciones críticas.
La intubación se requiere cuando se administra anestesia general. Los fármacos anestésicos paralizan los músculos del cuerpo, incluyendo el diafragma, lo que hace imposible respirar sin ventilador.
La mayoría de los pacientes son extubados, lo que significa que el tubo respiratorio se retira, inmediatamente después de la cirugía.
Si el paciente está muy enfermo, o tiene dificultad para respirar por su cuenta, pueden permanecer en el ventilador un período más largo de tiempo.
Después de la mayoría de los procedimientos, se administra un medicamento para revertir los efectos de la anestesia, lo que permite al paciente despertarse rápidamente y comenzar a respirar por su cuenta.
Para algunos procedimientos, como los procedimientos de corazón abierto, el paciente no recibe la medicación para revertir la anestesia, y se despierta lentamente por su cuenta.
Estos pacientes necesitarán permanecer en el ventilador hasta que estén lo suficientemente despiertos como para proteger sus vías respiratorias y tomar respiraciones por su cuenta.
La intubación también se realiza por insuficiencia respiratoria. Hay muchas razones por las que un paciente puede estar demasiado enfermo para respirar lo suficiente por sí solo.
Pueden tener una lesión en los pulmones, podrían tener neumonía grave o un problema respiratorio como la EPOC.
Si un paciente no puede tomar suficiente oxígeno por sí mismo, un ventilador puede ser necesario hasta que sea una vez más lo suficientemente fuerte como para respirar sin ayuda.
Procedimiento de intubación
Antes de la intubación, el paciente suele estar sedado o no consciente debido a una enfermedad o lesión, lo que permite que la boca y las vías respiratorias se relajen.
El paciente suele estar plano en la espalda y la persona que inserta el tubo está de pie a la cabeza de la cama, mirando a los pies del paciente.
La boca del paciente se abre suavemente y con un instrumento iluminado para mantener la lengua fuera del camino y para iluminar la garganta, el tubo es guiado suavemente hacia la garganta y avanza hacia la vía aérea.
Hay un pequeño globo alrededor del tubo que se infla para sostener el tubo en su lugar y para evitar que el aire escape. Una vez que este globo se infla, el tubo está bien colocado en la vía aérea y está atado o pegado en su lugar en la boca.
El médico a menudo inserta el tubo con la ayuda de un laringoscopio, un instrumento que permite al médico ver la porción superior de la tráquea, justo debajo de las cuerdas vocales.
Durante el procedimiento, el laringoscopio se usa para mantener la lengua a un lado mientras se inserta el tubo en la tráquea.
Es importante que la cabeza se coloque de manera apropiada para permitir una visualización adecuada. La presión se aplica a menudo al cartílago de la tiroides (manzana de Adán) para ayudar con la visualización y prevenir la posible aspiración del contenido estomacal.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Si el tubo se coloca inadvertidamente en el esófago (justo detrás de la tráquea), no habrá respiraciones adecuadas. Puede ocurrir daño cerebral, paro cardiaco y muerte. La aspiración del contenido estomacal puede resultar en neumonía.
La colocación del tubo demasiado profundo puede resultar en que sólo un pulmón esté ventilado y puede resultar en un neumotórax, así como una ventilación inadecuada.
Durante la colocación del tubo endotraqueal, el daño también puede ocurrir a los dientes, los tejidos blandos en la parte posterior de la garganta, así como las cuerdas vocales.
Este procedimiento debe ser realizado por un médico con experiencia en intubación. En la gran mayoría de los casos de intubación, no se producen complicaciones significativas.
Extracción del tubo respiratorio
El tubo es mucho más fácil de quitar que colocar. Cuando haya llegado el momento de retirar el tubo, los lazos o la cinta que lo sostienen deben retirarse primero.
A continuación, el globo que sostiene el tubo en la vía aérea se desinfla para que el tubo se pueda sacar suavemente.
Una vez que el tubo está fuera el paciente tendrá que hacer el trabajo de la respiración por su cuenta.