Es muy común y puede afectar a personas de cualquier edad. Afecta a hombres y mujeres por igual.
Es una causa común de paro cardíaco repentino en los jóvenes, incluidos los atletas jóvenes.
La miocardiopatía hipertrófica (MCH) sucede si las células del músculo cardíaco aumentan de tamaño y hacen que las paredes de los ventrículos (generalmente el ventrículo izquierdo) se tornen más gruesas.
El tamaño del ventrículo usualmente se mantiene normal, pero el engrosamiento puede interferir con el flujo sanguíneo del ventrículo. Si esto ocurre, la condición se llama cardiomiopatía hipertrófica obstructiva.
A veces, el tabique (la pared que divide los lados izquierdo y derecho del corazón), se engrosa y se hincha hacia el ventrículo izquierdo. Esto puede bloquear el flujo sanguíneo del ventrículo izquierdo.
Entonces, el ventrículo debe trabajar duro para bombear sangre. Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar o desmayos.
La miocardiopatía hipertrófica también puede afectar la válvula mitral del corazón, haciendo que la sangre gotee hacia atrás a través de la válvula. A veces, el músculo cardíaco engrosado no bloquea el flujo sanguíneo del ventrículo izquierdo.
En este caso se denominaría como miocardiopatía hipertrófica no obstructiva. Todo el ventrículo puede engrosarse, o el engrosamiento puede ocurrir solo en la parte inferior del corazón. El ventrículo derecho también puede verse afectado.
¿Cuáles son los síntomas de la miocardiopatía hipertrófica?
Muchas personas con MCH no tienen síntomas o solo síntomas menores, y viven una vida normal. Otras personas desarrollan síntomas, que progresan y empeoran a medida que empeora la función del corazón.
Los síntomas de MCH pueden ocurrir a cualquier edad y pueden incluir:
- Dolor o presión en el pecho (generalmente ocurre con el ejercicio o la actividad física, pero también puede ocurrir con el descanso o después de las comidas).
- Falta de aliento (disnea), especialmente con el esfuerzo.
- Fatiga (sentirse demasiado cansado).
- Desmayos (causados por ritmos cardíacos irregulares, respuestas anormales de los vasos sanguíneos durante el ejercicio o sin causa).
- Palpitaciones (aleteo en el pecho) debido a ritmos cardíacos anormales (arritmias), como fibrilación auricular o taquicardia ventricular.
- Muerte súbita (solo ocurre en un reducido número de pacientes).
¿Cómo se diagnostica la MCH?
Se pueden usar diferentes pruebas para diagnosticar la miocardiopatia hipertrofica:
Examen físico
Su médico escuchará un soplo cardíaco o latidos cardíacos inusuales. Los soplos cardíacos pueden ocurrir si el músculo cardíaco engrosado interrumpe el flujo de sangre a su corazón.
Ecocardiograma
Esta es la prueba de diagnóstico más común para MCH. Un ecocardiograma crea imágenes de su corazón usando ondas de sonido. Su médico buscará movimientos inusuales.
Electrocardiograma
Un electrocardiograma se usa para medir la actividad eléctrica en su corazón. La miocardiopatia hipertrofica puede causar resultados anormales.
Monitor Holter
Un monitor Holter es un electrocardiograma portátil que puede usar durante el día. Su médico lo hará usar durante 24 a 48 horas. Esto le permite a su médico ver cómo cambia su ritmo cardíaco durante diferentes actividades.
Imagen por resonancia magnética (IRM)
Una IRM cardíaca usa un campo magnético para producir imágenes detalladas de su corazón.
Cateterización cardíaca
Esta prueba se encarga de medir la presión del flujo sanguíneo en su corazón y buscar bloqueos. Para realizar esta prueba, su médico colocará un catéter en una de sus arterias en su brazo o cerca de su ingle.
El catéter se pasa cuidadosamente por las arterias hasta el corazón. Una vez que llega al corazón, se inyecta un medio de contraste para que su médico pueda tomar imágenes detalladas de rayos X.
¿Qué causa la miocardiopatia hipertrofica?
Genética
La miocardiopatia hipertrofica es típicamente una condición heredada. Los genes defectuosos pueden hacer que el músculo cardíaco se engrose. Usted tiene un 50 por ciento de probabilidad de heredar uno de estos genes si uno de sus padres se ve afectado por miocardiopatia hipertrofica.
Heredar el gen no necesariamente significa que usted tendrá una enfermedad sintomática. La MCH sigue un patrón dominante de herencia. Sin embargo, los síntomas no siempre se desarrollan en personas con el gen defectuoso.
Otras causas
Otras posibles causas de MCH incluyen el envejecimiento y la presión arterial alta. En algunos casos, la causa de MCH nunca se identifica.
¿Cómo se trata la MCH?
Actualmente no hay cura para la miocardiopatia hipertrofica, pero hay tratamientos disponibles para ayudar a controlar sus síntomas y prevenir complicaciones. Su tratamiento dependerá de cómo se ve afectado su corazón y qué síntomas tiene.
Usted, como paciente de MCH podría necesitar :
- Medicamentos: para ayudar a controlar su presión arterial, ritmos cardíacos anormales u otros síntomas que pueda tener.
- Un marcapasos: para controlar su ritmo cardíaco.
- Un desfibrilador automático implantable (DAI): en caso de correr el riesgo de tener un ritmo cardíaco anormal que amenace la vida.
¿Cómo afecta la miocardiopatia hipertrofica en la vida de las personas?
La investigación ha demostrado que, con el tratamiento y el seguimiento adecuados, la mayoría de las personas con la condición viven una vida normal.
Sin embargo, debido a que existe un riesgo muy pequeño de sufrir un ritmo cardíaco anormal que ponga en riesgo la vida, un pequeño número de personas con MCH tienen riesgo de muerte cardíaca repentina.
Es importante discutir este riesgo con su médico, que puede ofrecerle medicamentos o aconsejarle que necesite un DAI si tiene un riesgo mayor.
Es posible que deba realizar algunos pequeños cambios en su estilo de vida, como evitar los deportes competitivos, pero debería poder seguir trabajando y conducir un automóvil, por ejemplo.
Sin embargo, no podrá conducir un vehículo de transporte de mercancías o comercial y puede que tenga que reconsiderar los trabajos manuales que implican una actividad extenuante.
¿A quiénes afecta la miocardiopatía hipertrófica?
La miocardiopatía hipertrófica afecta a entre 600,000 y 1.5 millones de estadounidenses, o una de cada 500 personas.