Miomatosis Uterina: Síntomas, Diagnóstico, Causas y Tratamiento

tumores pélvicos de cáncer benigno

Son los tumores pélvicos de cáncer benigno, que a menudo afecta en un 40% a mujeres con una edad que oscila entre los 30 y 40 años.

Esta presencia de tumores en la musculatura del útero, se denomina mioma si se encuentra uno solo, pero si hay más miomas presentes, se les da el nombre de miomatosis.

La musculatura del útero se conoce como miometrio en términos médicos y de allí se deriva el nombre de la enfermedad cancerosa que afecta a esta capa.

En algunas mujeres, la miomatosis puede no causar problemas y no es necesaria una intervención quirúrgica.

Es un tumor que está influenciado por hormonas femeninas naturales presentes durante la edad fértil y en la menopausia, cuando el sangrado menstrual se detiene debido a una disminución de la producción de hormonas femeninas, tiende a desaparecer por sí solo.

Sus causas exactas aún no se entienden, sin embargo, las influencias genéticas juegan un papel importante.

Síntomas de la miomatosis uterina

La miomatosis se torna peligrosa cuando alcanza grandes dimensiones. Los síntomas más comunes son: interrupciones del ciclo menstrual, sangrado uterino no asociado con la menstruación, dolor en la parte inferior del abdomen, molestias en la región lumbar.

Pueden presentar otros inconvenientes como relaciones sexuales dolorosas y micción frecuente, si el útero agrandado empuja en el tracto urinario.

La miomatosis también puede causar infertilidad y si está presente durante el embarazo, el crecimiento de los miomas se acelera debido a la mayor cantidad de hormonas y puede complicar el curso del embarazo o ser la causa de complicaciones durante el parto.

Diagnóstico

Para diagnosticar la miomatosis uterina se realiza un examen ginecológico estándar, en la vagina, el útero y el abdomen.

Como regla general, para diagnosticar la patología, es suficiente el examen ginecológico, el diagnóstico por ultrasonido de los órganos, una histeroscopía o una tomografía computarizada.

Este último método de diagnóstico es muy informativo, pero solo se usa en casos excepcionales por su elevado costo.

Causas

Algunos de los factores principales que pueden decirse que son las causas reales de los fibromas uterinos se enumeran a continuación:

  1. Predisposición genética

La  genética en ciertas mujeres las predispone a una actividad celular metabólica anormal.

Las mujeres que sufren de metabolismos disfuncionales son, por lo tanto, más susceptibles a desarrollar miomas uterinos que otras.

  1. Prácticas dietéticas deficientes

La baja ingesta de frutas y verduras y la ingesta excesiva de carbohidratos refinados y alimentos tóxicos crean desequilibrios hormonales.

Bajo tales condiciones, los miomas uterinos pueden desarrollarse más fácilmente.

  1. Sistema inmunológico debilitado

La mala alimentación, la falta de descanso, el estrés, la acumulación de tóxicos, el uso excesivo de medicamentos, hace que el organismo no pueda trabajar para equilibrar las hormonas o eliminar los desechos tóxicos y sea altamente vulnerable a la condición.

  1. Resistencia a la insulina

Cuando las células en el cuerpo responden menos a la hormona insulina, se produce resistencia a la insulina.

Esto tiene un impacto negativo en los mecanismos dependientes de la insulina en el cuerpo.

Para contrarrestar esto, el páncreas comienza a producir más y más insulina.

Los niveles crónicamente altos de insulina en el cuerpo causan la producción de hormonas masculinas como la testosterona, estimulando el desarrollo de miomas uterinos.

  1. Hormonas

Se sabe que los fibromas uterinos prosperan con hormonas como el estrógeno y la progesterona.

Durante el embarazo y la menstruación, los niveles de estrógeno están en su punto más alto.

Este suele ser el momento en que la condición de los miomas es más favorable para su crecimiento.

Muchas mujeres han descubierto que al llegar a la menopausia, los miomas se contraen o, a veces, incluso desaparecen.

Tratamiento de la miomatosis uterina

En la actualidad para el tratamiento de la miomatosis del útero, se aplica una terapia conservadora, en el caso de que no cause problemas y solo debe someterse a exámenes ginecológicos regulares.

Para elegir la dirección del tratamiento, el médico debe tener en cuenta, además de los resultados de los diagnósticos, lo siguiente: la edad de la mujer, la presencia de otras enfermedades, el estado del sistema endocrino, la tasa de crecimiento y la localización.

La intervención quirúrgica, usualmente se recomienda en los siguientes casos:

• El mioma se diagnostica a 12 semanas de embarazo
• El tumor está creciendo rápidamente
• En caso del aborto involuntario del feto
• Cuando existen problemas de infertilidad
• Sangrado uterino entre períodos y menstruación abundante.

Y esta se puede llevar a cabo mediante estos métodos:

1.- Miomectomía: Esta operación se lleva a cabo en el caso de que la paciente todavía desee tener un bebé. El método apunta a eliminar solo los fibromas y el útero se salvará.

2.- Histerectomía: Cuando se trata de mujeres que están al borde de la menopausia y no planean ningún embarazo, se puede extirpar todo el útero. Esta cirugía es realizada con una anestesia general y requiere de hospitalización.

El útero puede extraerse a través del abdomen con una incisión abierta, por vía laparoscópica o por la vagina. La laparoscopia es un método donde se hacen varias incisiones pequeñas en el abdomen y a través de estos agujeros, con la ayuda de un dispositivo óptico y otras herramientas, se extrae el útero, observando todo el procedimiento por medio de un monitor.

Los ovarios y las trompas de Falopio generalmente se dejan, ya que su función, está vinculada a la producción de hormonas. Si la mujer ya se encuentra en la etapa de la menopausia, estos órganos también se eliminan.

3.- Embolización: de las arterias uterinas. Este método también permite guardar el útero y consiste en bloquear las arterias para producir la muerte de los nódulos miomatosos.

Es importante recordar que el diagnóstico precoz de la miomatosis del útero, permitirá un tratamiento con la menor lesión a la salud reproductiva, por lo que la visita al ginecólogo, debe realizarse mínimo dos veces al año y en caso de presentar los síntomas, acudir lo más pronto posible.