Esta masa inflamada indica un apéndice inflamado y en muchos casos perforado que se detecta en la palpación de la fosa iliaca derecha.
Está formada por la adherencia de asas del intestino delgado y del epiplón mayor alrededor del apéndice inflamado, como respuesta defensiva, limitando la peritonitis y formando una masa que bloquea el proceso infeccioso.
Un plastrón apendicular se manifiesta por una apendicitis violenta y dolorosa, es una masa dolorosa localizada en la fosa ilíaca derecha, cuyos signos pueden disminuir después de unos días, pero en realidad nunca desaparecen.
Es muy importante que se trate tan pronto como sea posible porque, tiende a empeorar y causar un daño grave.
El plastrón apendicular es un signo de la clínica que se evidencia en la palpación abdominal, que apunta a una masa resistente, dolorosa y mal definida , dando la sensación de un escudo de la pared.
El plastrón apendicular, necesita varios días para acumularse, y puede romperse en la cavidad abdominal, pero también retroceder con un tratamiento médico adecuado.
Causas del plastrón apendicular
Se encuentra generalmente en ciertas patologías infecciosas o inflamatorias y correspondientes a la inflamación de la grasa omental.
Evolución
Cuando la inflamación permanece confinada a la pared del apéndice, esta puede progresar y diseminarse, lo que da como resultado formas graves o complicadas como:
Un Plastrón apendicular: la infección se extiende a toda la zona inferior del abdomen y se asocia con trastornos del tránsito intestinal. Este plastrón puede sanar o evolucionar en un absceso apendicular.
Un absceso apendicular: se forma una cavidad llena de pus en el apéndice. La fiebre se vuelve muy alta y el estado general del paciente se altera. El drenaje quirúrgico del absceso se necesita con urgencia para evitar que el absceso se rompa.
Una peritonitis: Los abscesos se rompe en el peritoneo (revestimiento que rodea a todos los órganos abdominales). El dolor aumenta bruscamente y se extiende rápidamente a todo el abdomen.
El tratamiento quirúrgico se necesita con urgencia, ya que la peritonitis puede progresar a la muerte por infección orgánica sistémica o falla orgánica.
Síntomas
La apendicitis aguda ulcerativa, flemonosa o gangrenosa tiende a perforarse, lo que puede evolucionar hacia un plastrón o masa palpable.
Se produce estreñimiento, cese de gases, estados de náuseas y vómitos, fiebre de 38 a 38.5 ° C y taquicardia.
Diagnóstico del plastrón apendicular
Ocurre por lo menos de 5 a 7 días después de una apendicitis aguda.
En el examen físico al palpar suavemente se percibe una masa en la fosa iliaca derecha, dolorosa a la palpación, de límites mal definidos.
El resto del abdomen no presenta dolor a la palpación y no hay evidencias de peritonitis generalizada.
El ultrasonido muestra un magma de asas intestinales (intestino delgado o íleon terminal), epiplón y colón a veces con una colección profunda dentro de la coraza que significa la evolución hacia el absceso.
Algunas pruebas biológicas contributivas son la leucocitosis, la proteína C reactiva y la bilirrubina.
Se realiza una Ecografía y una Tomografía Computarizada para diferenciar si es un flemón o un absceso.
- El flemón apendicular: es una masa inflamatoria solida que carece de pus. Está localizado en la zona inferior derecha del apéndice y cuyo contenido líquido se encuentra dentro de las asas intestinales.
- El absceso apendicular: es una estructura hipodensa, que puede o no presentar burbujas de gas, y donde domina un patrón líquido, que corresponde al pus. Es una bolsa que se encuentra rodeando el apéndice que presenta una inflamación aguda.
Tratamiento del plastrón apendicular
El tratamiento eficaz, adecuado y más utilizado es la cefuroxima.
Debe hacerse un seguimiento de la evolución del plastrón para evaluar un fallo terapéutico o una complicación.
También es posible considerar la cirugía como una apendicectomía que puede ser practicada cuando no haya respuesta al tratamiento con antibióticos y los síntomas clínicos persistan.
Un Plastrón apendicular, se aborda actualmente mediante laparoscopia.
Se define por la percepción de una masa palpable cuyos límites se especifican mejor mediante ultrasonido.
Hay una dificultad operacional de estas masas inflamatorias; sin embargo, con la ayuda de hidrodisección manejada con paciencia, la intervención puede completarse.
La extracción de la pieza requiere el establecimiento de una bolsa de extracción, ya que existe el riesgo de diseminación purulenta durante la apertura del área abscesada.
Este riesgo se puede minimizar mediante una punción transparietal previa bajo control laparoscópico y mediante el uso de la aspiradora como un instrumento de palpación y disección.
En estas formas complicadas de apendicitis aguda (plastrón, absceso, peritonitis), a menudo es necesario el drenaje, para eliminar el pus y realizar el tratamiento antibiótico postoperatorio.
Complicaciones
Las consecuencias de no tratar a tiempo el plastrón apendicular, es que desencadenan en peritonitis presentándose un shock séptico causado por la liberación de toxinas y bacterias.
Por otro lado se puede presentar: hipovolemia, hipoxia y la acidosis metabólica, insuficiencia renal por falta de perfusión y acción de toxinas circulantes.
Se observa la lengua seca, cianosis de las manos, vómito fecal, la obnubilación mental, insuficiencia de órganos, deshidratación, dificultad respiratoria, colapso y hasta la muerte.