La mejor manera de ayudarse a tener un sueño reparador y de manera segura son las opciones naturales.
Si usted ha intentado terminar con el problema del insomnio usando pastillas para dormir y sigue sin poder pasar una buena noche, aun siguiendo las recetas médicas, debe tomar alternativas que quizá si cuenten con mejores efectos a la hora de conciliar el sueño.
Esto es particularmente importante si la falta de sueño comienza a afectar a sus relaciones familiares o profesionales o llega a poner en peligro su vida, como quedar dormido al volante, por ejemplo.
Si usted no ha experimentado alguno de los siguientes remedios caseros para dormir, debe tener en cuenta que muchas de las medicinas de hoy en día son distribuidas, están hechas por supuesto de extractos de plantas naturales y que mejor que poder consumirlas de una manera menos procesada.
De esta manera, logra a su vez menos efectos colaterales cuando se busca tener un sueño tranquilo.
Estos son algunos de los remedios caseros para el insomnio
Leche con ajo: un excelente tratamiento para el insomnio es poner en una olla a calentar 200 ml de leche y agregar 3 dientes de ajo machacados previamente. Deje reposar durante 5 minutos, retirar el ajo y beber una copa antes de acostarse. Este tratamiento debe repetirse durante una semana.
El jugo de zanahoria para dormir mejor: quitar la cáscara de 2 zanahorias grandes y dejar por 5 minutos en la licuadora con 150 ml de agua. Colar y añadir unos tallos de perejil. Beba la mezcla antes de ir a la cama.
Té para dormir de hojas de lavanda: colocar una cucharadita de hojas de lavanda en una taza y verter agua hirviendo. Tape bien y deje reposar durante 10 minutos. Colar y tomar 30 minutos antes de acostarse.
Té de la cebolla: hervir una cucharada (sopera) de cebolla cortada en cuadritos en una taza de agua. Dejar enfriar, quitar la cebolla y beber 1 hora antes de la hora de acostarse.
Zumo de fruta de la pasión (maracuyá): los dos mejores remedios juntos para dormir, mezclar la pulpa de una fruta de la pasión, con 1 cucharada de miel y dos tazas de agua potable, se pone todo en la licuadora, colar y se toma antes de acostarse.
Té de hoja de naranja: ponga algunas hojas en una olla con agua y hervir. Cuando el té este reposado y tibio, agregue la miel al gusto. Beber entre 4 y 5 copas por día.
Té de lechuga: hervir unos tallos de lechuga en 1 litro de agua. Después de colar y endulzar con miel al gusto, debe beber una taza cada 6 horas y otra justo antes de irse a la cama.
El bálsamo de limón: es capaz de calmar su insomnio y ayudarle a dormir.
Debe hacer una infusión con una taza de agua y 1 cucharada de bálsamo de limón, dejando durante 10 minutos, colar y beber caliente antes de acostarse.
El té de melisa, la pasiflora y la valeriana: son buenos remedios caseros para dormir mejor por sus propiedades calmantes y sedantes que combaten el insomnio.
Melissa officinalis (Limón True): se utiliza a menudo como un remedio natural para combatir el insomnio, ya que tiene aceites esenciales que actúan como calmante y relajante natural.
Té de valeriana: hervir una taza de agua, luego añadir una cucharadita de raíz y brote de la valeriana, dejar en infusión tapada durante 5 minutos y colar. Puede tomar una taza tres veces al día y antes de acostarse.
La Valeriana officinalis actúa como un tranquilizante y sedante, induce y mejora la calidad del sueño, con efectos probados en la lucha contra el insomnio.
Está contraindicado durante el embarazo y la lactancia.
Recomendaciones
Ahora veamos algunas recomendaciones que junto con los remedios mencionados anteriormente, te ayudaran a tener mejores hábitos de descanso:
Despierta a la misma hora cada día: es tentador dormir hasta tarde los fines de semana, especialmente si ha dormido mal durante la semana.
Sin embargo, si sufre de insomnio, debe levantarse a la misma hora todos los días para entrenar a su cuerpo para que se despierte a una hora constante.
Eliminar el alcohol y los estimulantes como la nicotina y la cafeína: los efectos de la cafeína pueden durar varias horas, quizás hasta 24 horas, por lo que las posibilidades de que afecten el sueño son significativas.
La cafeína no solo puede causar dificultad para iniciar el sueño, sino que también puede causar despertares frecuentes.
El alcohol puede tener un efecto sedante durante las primeras horas posteriores al consumo, pero luego puede provocar despertares frecuentes y una noche de sueño no reparador.
Si está tomando medicamentos que actúan como estimulantes, como descongestionantes o inhaladores para el asma, pregúntele a su médico cuándo deben tomarse mejor para ayudar a minimizar cualquier efecto sobre el sueño.
Limitar las siestas: si bien la siesta parece ser una forma adecuada de recuperar el sueño perdido, no siempre es así.
Es importante establecer y mantener un patrón de sueño regular y entrenarse para asociar el sueño con señales como la oscuridad y una hora de acostarse constante.
Las siestas pueden afectar la calidad del sueño nocturno.
Hacer ejercicio regularmente: el ejercicio regular puede mejorar la calidad y la duración del sueño. Sin embargo, hacer ejercicio inmediatamente antes de acostarse puede tener un efecto estimulante en el cuerpo y debe evitarse.
Trate de terminar el ejercicio por lo menos tres horas antes de planear acostarse por la noche.
Limitar las actividades en la cama: la cama es para dormir y tener sexo y eso es todo. Si sufre de insomnio, no se mantenga viendo la pantalla de su telefono, estudie ni haga llamadas telefónicas, por ejemplo, mientras está en la cama o incluso en el dormitorio, y evite mirar televisión o escuchar la radio.
Todas estas actividades pueden aumentar el estado de alerta y hacer que sea difícil conciliar el sueño.
No coma ni beba nada antes de irse a la cama: comer tarde o comer algo antes de irse a la cama puede activar el sistema digestivo y mantenerlo despierto.
Si sufre de reflujo gastroesofágico (ERGE) o acidez estomacal, es aún más importante evitar comer y beber justo antes de acostarse, ya que esto puede empeorar sus síntomas.
Además, beber muchos líquidos antes de acostarse puede abrumar la vejiga, lo que requiere visitas frecuentes al baño que perturben su sueño.
Haga su ambiente de dormir cómodo: la temperatura, la iluminación y el ruido deben controlarse para que el dormitorio sea propicio para quedarse dormido.
Su cama debe sentirse cómoda y si tiene una mascota que duerme en la habitación con usted, considere que la mascota duerma en otro lugar si tiende a hacer ruido en la noche.
Olvide las preocupaciones antes de irse a la cama: si descubre que está recostado en la cama pensando en el mañana, considere reservar un período de tiempo, quizás después de la cena, para revisar el día y hacer planes para el día siguiente.
El objetivo es evitar hacer estas cosas al tratar de conciliar el sueño. También es útil hacer una lista de, digamos, tareas relacionadas con el trabajo para el día siguiente antes de salir del trabajo. Eso, al menos, elimina un conjunto de preocupaciones.
Reduzca el estrés: hay una serie de terapias de relajación y métodos de reducción del estrés que puede intentar relajar la mente y el cuerpo antes de irse a la cama.
Los ejemplos incluyen la relajación muscular progresiva (tal vez con cintas de audio), técnicas de respiración profunda, imágenes, meditación y biorretroalimentación.
Considere la posibilidad de participar en terapia cognitiva: la terapia cognitiva ayuda a algunas personas con insomnio a identificar y corregir pensamientos y creencias inapropiadas que pueden contribuir al insomnio.
Además, la terapia cognitiva puede brindarle la información adecuada sobre las normas de sueño, los cambios de sueño relacionados con la edad y ayudar a establecer objetivos razonables de sueño, entre otras cosas.