Es una preocupación excesiva crónica sobre una serie de actividades o eventos.
La ansiedad se caracteriza por un malestar, miedo o pavor, la cual no se limita a una preocupación o inquietud específica.
Pagar las cuentas o lavar la ropa puede provocar sentimientos de ansiedad en algunos, mientras que otros se sentirán preocupados por el trabajo, o sentir miedo de que algo malo le va a pasar a un ser querido.
Las personas con TAG tienen una «lucha o huida» a situaciones de estrés. La ansiedad es una respuesta saludable a una situación estresante.
Cuando las personas están en peligro, sus cerebros liberan hormonas que los preparan para luchar o huir. Para preparar el cuerpo para la acción, el latido del corazón se acelera, los músculos se tensionan y la sangre es probable que se coagule en caso de una lesión.
Normalmente, esta reacción desaparece una vez que la persona ya no se sienta amenazada; sin embargo, esta respuesta se mantiene durante meses, lo que puede causar una serie de efectos negativos para la salud física y el bienestar mental.
Ataque de ansiedad
Para empezar, el «ataque de ansiedad» no es un término clínico formal, sino que es usado por muchas personas para describir todo tipo de cosas, desde sentirse preocupado por un evento próximo hasta sentimientos intensos de terror o miedo que cumplirían los criterios diagnósticos de pánico.
Para entender lo que alguien quiere decir con «ataque de ansiedad», es necesario considerar el contexto en el que ocurren los síntomas.
“Ataques” de ansiedad durante las amenazas percibidas
La ansiedad puede ser una respuesta a una amenaza imprecisa o desconocida. Por ejemplo, imagina que estás caminando solo por una calle oscura. Puede sentirse un poco incómodo y quizás tenga algunas mariposas en el estómago.
Este tipo de «ataque de ansiedad» está relacionado con la posibilidad de que un extraño salte de detrás de un arbusto, se acerque a usted de alguna otra manera y le haga daño.
Esta ansiedad no es el resultado de una amenaza conocida o específica. Más bien, proviene de la visión de su mente de los posibles peligros que pueden resultar en la situación.
Los síntomas que está experimentando son normales e incluso beneficiosos.
Ansiedad de la edad
A veces, lo que algunas personas llaman ataques de ansiedad son experiencias de la vida realmente normales que nos ponen ansiosos.
Estas experiencias pueden incluir cosas como tomar un examen escolar, casarse, ser padre, divorciarse, cambiar de trabajo, hacer frente a una enfermedad y muchas otras.
El malestar que provoca la ansiedad en todas estas situaciones se considera normal e incluso beneficioso. Por ejemplo, la ansiedad por una próxima prueba puede hacer que trabaje más para prepararse para el examen.
Ataques de ansiedad que son realmente ataques de pánico
¿Alguna vez has experimentado un intenso sentimiento de terror, miedo o aprensión, sin ninguna razón aparente?
Si es así, es posible que haya experimentado un ataque de pánico. Si experimenta ataques de pánico recurrentes, puede tener una afección llamada trastorno de pánico.
Los ataques de pánico también pueden ser el signo de otras afecciones médicas o de salud mental subyacentes, incluidos los trastornos del sueño, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la depresión.
Los ataques de pánico son a menudo confusos para el paciente. Por lo general, son repentinos y están acompañados de sensaciones físicas extremadamente intensas, lo que hace que uno crea que puede tener una condición médica grave.
Debido a que los síntomas físicos asociados con un ataque de pánico son similares a ciertas afecciones médicas graves, es importante descartar cualquier causa médica.
Los síntomas de un ataque de pánico pueden incluir:
- Palpitaciones del corazón, palpitaciones cardíacas o ritmo cardíaco acelerado.
- Transpiración.
- Temblor.
- Sensaciones de falta de aliento o sofocación.
- Sensación de asfixia.
- Dolor o molestia en el pecho.
- Náusea o malestar abdominal.
- Sentirse mareado, inestable, aturdido.
- Sentimientos de irrealidad (desrealización) o desprendimiento de uno mismo (despersonalización).
- Miedo a perder el control o volverse loco.
- Miedo a morir.
- Sensaciones de entumecimiento u hormigueo (parestesias).
- Escalofríos o sofocos.
Es importante tener en cuenta que muchas personas pueden experimentar un ataque de pánico una vez, o incluso algunas veces durante su vida y nunca pueden desarrollar un trastorno de ansiedad.
Los «ataques de ansiedad» que se correlacionan con peligros reales específicos no suelen ser un problema. De hecho, este tipo de ansiedad es normal.
Dado que los síntomas de ansiedad y ataques de pánico pueden imitar muchos otros trastornos médicos y psicológicos, es importante que revise sus síntomas con su médico para obtener un diagnóstico preciso.
Causas
Una mezcla de factores genéticos y ambientales están implicados en el Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Los estudios en gemelos han demostrado que los genes representan aproximadamente el 37% de la causa del trastorno de ansiedad, mientras que los factores ambientales representan alrededor del 62% de la causa.
Se cree que ocurre cuando ciertos receptores químicos en el cerebro no funcionan correctamente. El ácido gamma amino butírico químico cerebral tiene un efecto anti-ansiedad cuando se adhiere a ciertos receptores en el sistema límbico, (región del cerebro que regula las emociones).
Si estos receptores no trabajan de manera adecuada ocurrirá el TAG.
Ciertos medicamentos también pueden causar ansiedad generalizada. También problemas médicos, tales como traumatismo craneal, infecciones cerebrales, irregularidades en los latidos, disfunción de la tiroides, y el asma también se han relacionado con el TAG.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el TAG?
Los factores de riesgo del TAG pueden incluir:
- Un historial familiar de ansiedad.
- Exposición reciente o prolongada a situaciones estresantes, incluidas enfermedades personales o familiares.
- Uso excesivo de cafeína o tabaco, que puede empeorar la ansiedad existente.
- Abuso infantil.
Según la Clínica Mayo, las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de experimentar TAG.
Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
Los síntomas del TAG incluyen:
- Dificultad para concentrarse.
- Dificultad para dormir.
- Irritabilidad.
- Fatiga y agotamiento.
- Tensión muscular.
- Dolores de estómago o diarrea repetidos.
- Palmas sudorosas.
- Sacudida.
- Taquicardia.
- Síntomas neurológicos, como entumecimiento u hormigueo en diferentes partes del cuerpo.
Distinguir el TAG de otros problemas de salud mental
La ansiedad es un síntoma común de muchas afecciones de salud mental, como la depresión y varias fobias. El TAG es diferente de estas condiciones en varias formas.
Las personas con depresión en ocasiones pueden sentirse ansiosas, y las personas que tienen fobia se preocupan por una cosa en particular.
Pero las personas con TAG se preocupan por una serie de temas diferentes durante un largo período de tiempo (seis meses o más), o es posible que no puedan identificar la fuente de su preocupación.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de ansiedad generalizada?
Al TAG se le diagnostica un examen de salud mental que su proveedor de atención primaria puede realizar. Le harán preguntas sobre sus síntomas y durante cuánto tiempo los ha tenido.
Pueden derivarlo a un especialista en salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.
Su médico también puede hacer exámenes médicos para determinar si hay una enfermedad subyacente o un problema de abuso de sustancias que cause sus síntomas. La ansiedad se ha vinculado a:
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
- Trastornos de la tiroides.
- Enfermedad del corazón.
- Menopausia.
Si su proveedor de atención primaria sospecha que una condición médica o un problema de abuso de sustancias está causando ansiedad, pueden realizar más pruebas. Estos pueden incluir:
- Exámenes de sangre, para verificar los niveles hormonales que pueden indicar un trastorno de la tiroides.
- Exámenes de orina, para verificar abuso de sustancias.
- Pruebas de reflujo gástrico, como una radiografía de su sistema digestivo o un procedimiento de endoscopia para observar su esófago, para verificar si hay ERGE.
- Radiografías y pruebas de esfuerzo, para detectar enfermedades del corazón.
Tratamiento
La hospitalización se presenta rara vez, sin embargo, si usted o alguien cercano a usted tiene pensamientos de suicidio, delirios, o dificultades para proporcionar el autocuidado, busque ayuda médica de inmediato.
Mantener un estilo de vida equilibrado que incluya la recreación, hacer ejercicio, tener una nutrición adecuada, pasar tiempo con los amigos y tener un trabajo gratificante puede ayudar a estabilizar los sentimientos de ansiedad.
Su médico es la mejor fuente de información sobre las opciones de tratamiento y de medicamentos disponibles para usted.
La psicoterapia incluye la introspección y técnicas conductuales como la relajación. Mientras que los medicamentos pueden mejorar los síntomas, la psicoterapia puede ayudar a abordar las cuestiones subyacentes detrás de los síntomas, y enseñar a los pacientes a hacerle frente a los problemas.
Las técnicas conductuales se pueden utilizar para modificar las respuestas a los estímulos que producen ansiedad. La relajación muscular profunda ayuda a que los pacientes sean conscientes de la tensión en sus cuerpos.
Otra técnica de relajación que puede ser utilizada implica la respiración profunda. Mientras está sentado o acostado, respirar lentamente. El pecho y el estómago deben expandirse hacia fuera.
El aliento se debe mantener durante un segundo o dos, y luego exhalar lentamente de una manera controlada. La respiración profunda tiene un efecto calmante, y se puede utilizar para evitar la ansiedad.
Una de las opciones de tratamiento más importante es la medicina alternativa cada día cobra más importancia para tratar los trastornos de ansiedad generalizada.
Cambios en el estilo de vida para ayudar a aliviar los síntomas del TAG
Muchas personas pueden encontrar alivio adoptando ciertos hábitos de estilo de vida. Estos pueden incluir:
- Ejercicio regular, una dieta saludable y mucho sueño.
- Yoga y meditación.
- Evitar los estimulantes, como el café y algunos medicamentos de venta libre, como las píldoras de dieta y las de cafeína.
- Hablar con un amigo, cónyuge o familiar de confianza sobre temores y preocupaciones.
Alcohol y ansiedad
Tomar alcohol puede hacer que te sientas menos ansioso casi de inmediato. Es por esto que muchas personas que sufren de ansiedad recurren a beber alcohol para sentirse mejor.
Sin embargo, es importante recordar que el alcohol puede tener un efecto negativo en su estado de ánimo. Dentro de unas pocas horas después de beber, o al día siguiente, es posible que sienta más irritabilidad o depresión.
El alcohol también puede interferir con los medicamentos utilizados para tratar la ansiedad. Algunas combinaciones de medicamentos con alcohol pueden ser fatales.
Si descubre que su consumo de alcohol está interfiriendo con sus actividades diarias, hable con su proveedor de atención primaria. También puede encontrar apoyo gratuito para dejar de beber a través de Alcohólicos Anónimos (AA).
Perspectivas para aquellos con trastorno de ansiedad generalizada
La mayoría de las personas pueden controlar el TAG con una combinación de terapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida.
Hable con su médico si le preocupa cuánto se preocupa. Pueden derivarlo a un especialista en salud mental.