Vaginismo: Definición, Tipos, Causas, Síntomas, Diagnóstico y Tratamientos

como se cura el vaginismo

La disfunción sexual puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres y por lo general se puede tratar.

No es nada de qué avergonzarse, y no es culpa del paciente. Sin embargo, estos trastornos pueden interferir con sus relaciones y la calidad de vida.

Algunas mujeres tienen contracciones involuntarias de los músculos vaginales que por lo general ocurren justo antes de la relación sexual, otras también tienen estas contracciones en otras ocasiones, como cuando se trata de insertar un tampón o cuando se toca cerca de la zona vaginal.

Esto se llama vaginismo. Las contracciones pueden evitar las relaciones sexuales o pueden hacer que estas sean muy dolorosas. Sin embargo no interfiere en la excitación de la persona.

Los expertos no saben con exactitud cuántas mujeres sufren de vaginismo, pero la condición se considera que es poco común, según lo establecen los Institutos Nacionales de Salud.

Tipos de vaginismo

El vaginismo se puede clasificar en dos tipos:

  • El vaginismo primario: cuando la penetración vaginal no se ha logrado.
  • El vaginismo secundario: cuando la penetración vaginal ya no es posible. Esto puede ser debido a factores tales como la cirugía ginecológica o radiación.

Según el Centro de Terapia de Mujeres, algunas mujeres desarrollan vaginismo después de la menopausia, cuando los niveles de estrógeno disminuyen.

Esto provoca una falta de lubricación vaginal y la elasticidad hace el coito doloroso, estresante o imposible. En algunas mujeres, esto puede llevar al vaginismo.

Síntomas

El dolor durante el sexo es a menudo el primer signo de una mujer que tiene vaginismo. El dolor pasa solo con la penetración. Por lo general desaparece después de la retirada, pero no siempre.

Las mujeres han descrito el dolor como una sensación de desgarro o una sensación de que el hombre está «golpeando una pared.»

Muchas mujeres que tienen vaginismo también sienten incomodidad al insertar un tampón o durante un examen pélvico.

Causas

Los médicos no saben exactamente por qué sucede el vaginismo. Por lo general vinculado a la ansiedad y el miedo de tener relaciones sexuales. Pero no está claro qué fue primero, el vaginismo o la ansiedad.

Algunas mujeres tienen vaginismo en todas las situaciones y con cualquier objeto.

Otras lo tienen sólo en ciertas circunstancias, al igual que con una pareja, pero no con otras, o únicamente con las relaciones sexuales, pero no con los tampones o durante los exámenes médicos.

Otros problemas médicos como las infecciones también pueden causar dolor durante el coito. Por lo que es importante consultar a un médico para determinar la causa subyacente del dolor durante el sexo.

Diagnóstico del vaginismo

El diagnóstico del vaginismo por lo general comienza con la descripción de sus síntomas. Es probable que su médico le pregunte cuándo notó por primera vez un problema, con qué frecuencia ocurre y qué parece desencadenarlo.

Por lo general, su médico también le preguntará acerca de su historial sexual, que puede incluir preguntas sobre si alguna vez ha sufrido un trauma o abuso sexual.

En general, el diagnóstico y el tratamiento del vaginismo requiere un examen pélvico.

Es común que las mujeres con vaginismo estén nerviosas o tengan miedo de los exámenes pélvicos. Si su médico recomienda un examen pélvico, puede analizar formas de hacer que el examen sea lo más cómodo posible para usted.

Algunas mujeres prefieren no usar estribos y probar diferentes posiciones físicas para el examen. Puede sentirse más cómodo si puede usar un espejo para ver qué está haciendo su médico.

Cuando un médico sospecha de vaginismo, generalmente realizarán el examen con la mayor delicadeza posible. Pueden sugerirle que lo ayude a guiar la mano o los instrumentos médicos hacia la vagina para facilitar la penetración.

Puede pedirle a su médico que le explique cada paso del examen a medida que avanzan.

Durante el examen, su médico buscará cualquier signo de infección o cicatrización.

En el vaginismo, no hay ninguna razón física para que los músculos vaginales se contraigan. Eso significa que, si tiene vaginismo, su médico no encontrará otra causa para sus síntomas.

Tratamiento

El vaginismo es un trastorno tratable. El tratamiento suele ser multifacético, e incluirá la educación, el asesoramiento y ejercicios.

Educación sexual

La educación normalmente implica la enseñanza acerca de su anatomía, lo que sucede durante la excitación sexual y el coito; además de información sobre los músculos implicados en el vaginismo.

Esto puede ayudar a desmitificar las partes del cuerpo y proporcionar información concreta acerca de cómo su cuerpo está respondiendo. La asesoría puede ser útil para que usted y su pareja trabajen con un consejero especializado en trastornos sexuales.

Las técnicas de relajación y la hipnosis también puede promover la relajación y ayudarle a sentirse más cómoda con la relación sexual.

Dilatadores Vaginales

Su médico o un consejero puede recomendar el uso de dilatadores vaginales, pero debe tener en cuenta que no los puede usar sin la supervisión de un profesional.

Existen dilatadores en forma de cono los cuales se colocan en la vagina y se van haciendo progresivamente más grandes.

Esto ayuda a que los músculos de la vagina se extiendan y se vuelvan flexibles, ayudando así a tener una mejor intimidad. Después de completar el curso de tratamiento con el juego de dilatadores, usted y su pareja pueden tratar de tener relaciones sexuales nuevamente.

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel consisten en la contracción repetitiva y relajante de los músculos del suelo pélvico, que controlan la vagina, el recto y la vejiga.

Se pueden contraer estos músculos cuando está orinando, donde después de empezar, debe detener el flujo, de esta manera está utilizando los músculos del piso pélvico, pudiendo sentir que se contraen y se mueven hacia arriba.

La práctica de estos ejercicios ayudan a recuperar el control de cuando sus músculos se contraen y se relajan. Siga estos pasos:

  1. Vacíe su vejiga.
  2. Contraiga los músculos del suelo pélvico, y cuente hasta 10.
  3. Relaje los músculos y cuente hasta 10.
  4. Repita este ciclo 10 veces, tres veces al día.
  5. Asegúrese de no involucrar a los músculos de su abdomen, las nalgas o los muslos al hacer estos ejercicios.

Viviendo con vaginismo

La disfunción sexual puede tener un costo en las relaciones. Ser proactivo y recibir tratamiento puede ser crucial para salvar un matrimonio o una relación.

Es importante recordar que no hay nada de qué avergonzarse. Hablar con su pareja sobre sus sentimientos y temores sobre el coito puede ayudarla a sentirse más relajada.

Su médico o terapeuta puede proporcionarle formas de superar el vaginismo. Muchas personas se recuperan y pasan a vivir felices vidas sexuales.

El tratamiento con un terapeuta sexual puede ser beneficioso. Usar lubricación o ciertas posiciones sexuales puede ayudar a que las relaciones sexuales sean más cómodas. Experimente y descubra lo que funciona para usted y su pareja.