Presenta beneficios para el organismo como ayudar al cuerpo a mantener un intestino sano y posiblemente abordar las causas biológicas de los problemas psicológicos.
La amilosa es el nombre de un tipo particular de compuesto y se clasifica como un polisacárido. Es una cadena de polímeros lineales que contiene cientos o miles de moléculas de glucosa.
Estos polisacáridos son cadenas de moléculas de carbohidratos unidas. El almidón contiene dos de estas cadenas: la amilosa y la amilopectina.
Esta última representa aproximadamente del 70 al 80 por ciento del compuesto de almidón, mientras que la amilosa representa el otro 20 al 30 por ciento.
La amilosa es un almidón resistente (un tipo de fibra insoluble), lo que significa que no es digerido sino fermentado en el intestino por algunas cepas de bacterias saludables.
Estructura
La amilosa tiene forma de cadena recta (C6H10O5)n, se posiciona en las partes de los compuestos de almidón más difíciles de acceder para evitar la digestión.
Esta forma también hace que sea más difícil gelatinizar, una parte importante del proceso digestivo.
Sin embargo, no todas las cadenas de amilosa son iguales.
Los tipos se dividen en cuatro categorías básicas, etiquetadas como “AR» que significa almidón resistente, el término utilizado indistintamente para referirse a la amilosa.
- AR1: es «almidón físicamente no disponible». El intestino no puede descomponer estas moléculas porque no tiene las enzimas necesarias. Este tipo es comúnmente en semillas, legumbres y alimentos de grano.
- AR2: se refiere a los alimentos ricos en amilosa con almidón no digerible en el estado crudo de los alimentos. Se encuentra en papas, plátanos y plátanos verdes. Si estos elementos se cocinan, el almidón cambia de forma y se vuelve digerible.
- AR3: o «AR retrógrado», es el estado de almidón después de cocinar alimentos con los tipos AR1 o AR2 y luego dejarlos enfriar. Puede recalentar estos alimentos a temperaturas inferiores a 130 grados sin reconvertir el almidón en un compuesto digerible.
- AR4: es una variedad sintética, como «almidón resistente al alto contenido de maíz», no es recomendado por la mayoría de los defensores de la salud natural, porque no se absorbe de la misma manera que la amilosa de los alimentos integrales orgánicos.
La salud se beneficia exponencialmente si mantiene un microbioma intestinal diverso.
Para lograr esta diversidad, es importante comer una gama de alimentos que contienen varios nutrientes vitales para el proceso de digestión, incluidos los prebióticos como por ejemplo la amilosa.
Si en el proceso digestivo contiene los elementos correctos puede proteger la salud de varias formas:
- La protección contra una colonización bacteriana que causa infecciones, como Clostridium difficile.
- Promoviendo la producción de la biotina, el ácido fólico y la vitamina K, que no se puede producir en ningún otro lugar del cuerpo.
- Descomponer toxinas incluyendo los carcinógenos.
- Mantener el metabolismo y el sistema inmune saludables.
- Reduciendo la resistencia a la insulina y el riesgo de la obesidad.
- Fomentar la producción de butirato, que disminuye el riesgo de Cáncer digestivo y la enfermedad inflamatoria intestinal.
La amilosa se conoce como el «almidón amiláceo no pegajoso» comúnmente en la cocina.
Esta no se disuelve en el agua, y los altos niveles de amilosa ayudan a que los granos, como por ejemplo el arroz y los frijoles mantengan su forma.
Actualmente, en la fabricación de alimentos, algunas compañías suelen utilizar la amilosa como un estabilizador y espesante para su producción.
Beneficios de la amilosa
Funciones como un prebiótico útil:
Un beneficio particularmente significativo de la amilosa es la forma en que funciona como un prebiótico.
Estos compuestos no digeribles alcanzan el colon sin ser digeridos, lugar donde son fermentados por la microflora intestinal.
Si bien la mayoría de los prebióticos son fibrosos y se clasifican químicamente como oligosacáridos, la amilosa es uno de los tipos de prebióticos que no son fibras.
Sin embargo, no todos los tipos de la amilosa son iguales.
En pruebas de laboratorio, la amilosa en las semillas de loto y las papas moradas supera a la que se encuentra en el almidón de maíz con alto contenido de amilosa (AR4) al producir bacterias intestinales saludables de manera más eficiente.
Los prebióticos contribuyen a mantener una buena microflora intestinal, que a su vez influye en todos los sistemas internos del cuerpo. Esta es la característica que los hace tan efectivos para mejorar la salud en muchas formas.
Impulsa la inmunidad:
Uno de esos beneficios de las buenas bacterias intestinales es una respuesta inmune potenciada.
En general, los alimentos prebióticos causan el «efecto prebiótico», lo que se refiere a la disminución de la concentración de las enzimas promotoras del cáncer y de los metabolitos bacterianos en el intestino que pueden causar enfermedades.
Puede reducir el peso y ayudar a prevenir la obesidad:
Las propiedades de pérdida de peso de la amilosa son a menudo debatidas, pero hay alguna evidencia inicial de que los alimentos ricos en amilosa pueden ayudar a combatir la obesidad.
Investigaciones han reportado que las personas que comían grandes cantidades de «carbohidratos fermentables» o alimentos ricos en amilosa, encontraron una mejora en la tolerancia a la glucosa para esa comida y para la siguiente.
Esto se conoce como el «efecto de segunda comida» y habla de los beneficios potenciales a largo plazo de la ingesta de almidón resistente en el peso.
Podría disminuir los factores de riesgo de enfermedad cardíaca:
El impacto saludable para el corazón del almidón resistente también se encuentra en las etapas de investigación temprana.
Sin embargo, en al menos dos estudios en humanos se descubrió que la amilosa tiene la capacidad de reducir los niveles de colesterol y los triglicéridos.
Se necesita más evidencia para calificar definitivamente la reducción del riesgo de enfermedad cardíaca como un claro beneficio de la amilosa, pero los resultados son prometedores hasta el momento.
Podría aliviar los síntomas de la diabetes:
El cuerpo de cada persona funciona de forma unívoca, pero hay investigaciones sugestivas de que los alimentos ricos en amilosa podrían ayudar a los pacientes a revertir la diabetes de forma natural.
Por un lado, los alimentos con altas concentraciones de amilosa generalmente son bajos en el índice glucémico, lo que significa que no aumentarán los niveles de insulina.
Un factor clave en la naturaleza crónica de la diabetes es la resistencia a la insulina, o la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa de manera eficiente.
Comer almidón resistente puede mejorar la tolerancia a la glucosa, proporcionar saciedad, reducir el peso en algunos casos y disminuir la inflamación asociada con la diabetes.
La forma en que funciona la amilosa, implica que los mejores resultados para aliviar los síntomas de la diabetes es comer una combinación de fibras insolubles como la amilosa y la fibra soluble durante un largo período de tiempo.
Potencialmente reduce el riesgo de cáncer de colon:
Un beneficio comúnmente buscado de los prebióticos y el almidón resistente, en particular, es una posible reducción en el riesgo de cáncer de colon.
En varios estudios, científicos completaron una revisión sobre el potencial del almidón resistente para ayudar a prevenir y controlar las enfermedades crónicas en humanos, incluida la obesidad, la diabetes y el cáncer de colon.
Afirmaron que la investigación introductoria en humanos ha proporcionado resultados prometedores en los mecanismos del almidón resistente para prevenir el cáncer de colon.
Otra revisión de almidón resistente enfocada en su papel en la pérdida de peso y mantenimiento también mencionó una correlación entre amilosa y un menor riesgo de cáncer de colon, en animales.
Una posible razón por la cual el almidón resistente podría desempeñar un papel preponderante en el desarrollo del cáncer de colon, es la asociación de bajos niveles de almidón resistente y la producción de ácidos biliares cancerígenos, como el desoxicolato.
Puede disminuir el riesgo de caries dental:
De acuerdo con varios estudios realizados por odontologos a nivel mundial, se le reconoce el potencial a los alimentos ricos en amilosa como elemento nutricional utilizado para prevenir las caries dentales.
Esto es probablemente porque este almidón no se gelatiniza como muchos otros almidones.
Podría mejorar los síntomas neurológicos:
Existe la interacción del intestino con el sistema nervioso central.
Las bacterias en el tracto gastrointestinal pueden activar las vías implicadas en la señalización del cerebro y el sistema nervioso.
Comprender esta conexión ha sido un enfoque en los últimos años para ayudar a los científicos a desarrollar nuevos enfoques para prevenir y tratar enfermedades mentales.
Pareciera que la microbiota intestinal saludable puede estar conectada con casos de muchos problemas neurológicos, como la depresión, la demencia, la ansiedad, la esquizofrenia, el mal de Parkinson y el trastorno bipolar.
Quizás lo más notable, es la discusión sobre el potencial del almidón resistente para mejorar la salud intestinal y prevenir o aliviar los síntomas del autismo.
La investigación sugiere que las bacterias digestivas saludables se correlacionan fuertemente con un menor riesgo de autismo.
Además, los investigadores sugieren que los problemas neuroconductuales relacionados con el autismo podrían aliviarse mediante el ajuste de la microbiota intestinal.
Esta es una posible razón por la cual actualmente los especialistas en nutrición, recomienda la introducción de opciones para mantener una salud intestinal adecuada a una edad más temprana, a fin de ayudar a controlar o prevenir el autismo.
Parte de una dieta curativa para intestinos permeables:
Probablemente sea obvio en la actualidad con las investigaciones, que los alimentos con alto contenido de amilosa tienen un impacto positivo en el sistema digestivo.
Esa es probablemente la razón por la cual el almidón resistente puede ayudar en el tratamiento del intestino permeable, un problema con la permeabilidad del intestino que conduce a una serie de síntomas, que incluyen a las afecciones de la tiroides, los dolores de cabeza, la hinchazón, las sensibilidades a los alimentos, entre otros.
Una forma en que puede lograr esto es aumentando la concentración de butirato, un ácido graso que está muy involucrado en la salud intestinal.
Al aumentar el butirato en el intestino, el almidón resistente disminuye la inflamación y mejora la barrera intestinal responsable de los síntomas del intestino permeable.
Posibles riesgos y efectos secundarios
- Podría agravar los problemas digestivos.
- Puede aumentar los efectos secundarios de ciertos medicamentos o suplementos.
- Probablemente no recomendado para pacientes con fibrosis quística.
- No está recomendado para personas con exposición al moho.
- Podría empeorar ciertas enfermedades inflamatorias.
- Podría contribuir a la intolerancia al gluten.
Podría agravar los problemas digestivos:
El almidón resistente tiene la capacidad de causar problemas gastrointestinales en ciertas personas.
Específicamente, esto afecta a las personas que sufren de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado.
Esto se refiere a un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, en lugar del colon.
Las enfermedades en el tracto digestivo, como el síndrome del intestino irritable, enfermedad por reflujo gastroesofágico y la enfermedad celíaca, están relacionadas con el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado.
Debido a la incapacidad del intestino delgado para pasar almidón resistente antes de que llegue al intestino grueso, las personas con estos trastornos probablemente minimicen su ingesta total de almidón.
Puede aumentar los efectos secundarios de ciertos medicamentos o suplementos:
Ciertos medicamentos, como los medicamentos para la diabetes y los suplementos para bajar de peso, conocido como bloqueadores de almidón, probablemente interactúen en forma negativa con el consumo de almidón resistente.
Esto se debe a que inhiben las enzimas que ayudan en la digestión.
El consumo de grandes cantidades de amilosa en combinación con cualquiera de estos puede aumentar los efectos secundarios, como dolor abdominal, diarrea, flatulencia y otros problemas gastrointestinales.
Probablemente no recomendado para pacientes con fibrosis quística:
Está estrechamente relacionado el hecho de que los pacientes con fibrosis quística probablemente no se beneficien de los altos niveles de almidón resistente en sus dietas.
Los pacientes con fibrosis quísticas tienen las deficiencias bien documentadas de las enzimas digestivas, incluidas las que fermentan el almidón, que a menudo provocan acidez y otras complicaciones gastrointestinales.
Las personas con fibrosis quísticas tienen un riesgo de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado aproximadamente tres veces mayor que las personas que no padecen de la enfermedad.
No está recomendado para personas con exposición al moho:
Las personas que han estado expuestas al moho u otras toxinas fúngicas tienen un nivel más elevado de la enzima metaloproteinasa 9, una enzima dependiente del zinc que puede causar daños si se produce en cantidades demasiado elevadas en el cuerpo.
Algunas fuentes sugieren que seguir una dieta sin amilosa es una forma de reducir los niveles de la enzima metaloproteinasa 9, por lo que si se ha estado expuesto a moho o toxinas, es aconsejable consultar con su médico sobre prácticas dietéticas que mejorarán o empeorarán su condición.
Podría empeorar ciertas enfermedades inflamatorias:
Mientras que los alimentos ricos en amilosa pueden ayudar a reducir la inflamación en algunos casos, hay al menos una excepción.
Las condiciones inflamatorias bajo el grupo «espondiloartropatías» son probablemente causadas por un patógeno específico, la Klebsiella pneumoniae, que es sensible a los almidones.
Dos de estas enfermedades son la enfermedad de Crohn y la espondilitis anquilosante, que es un tipo de artritis que afecta las articulaciones espinales.
Si tiene o está en mayor riesgo de contraer estas enfermedades, probablemente se beneficiaría más con una dieta baja en almidón o sin almidón, como la dieta cetogénica.
Podría contribuir a la intolerancia al gluten:
Una intolerancia a los productos con gluten, sin enfermedad celíaca, se ha encontrado en muchas personas sanas.
Esto es más probable debido a la inflamación causada por el gluten, pero otros factores pueden influir en la tolerancia de su cuerpo a los alimentos que contienen gluten.
Algunos expertos sugieren que la intolerancia al gluten puede verse agravada o empeorada por las dietas altas en almidón.
Alimentos con alto contenido de amilosa
Algunos alimentos ricos en amilosa incluyen:
- Las semillas, las nueces y las legumbres, las cuales se deben remojar por horas antes de cocinar con la finalidad de eliminar los antinutrientes dañinos como es el caso de la lectina, la cual interfiere con la absorción de los nutrientes.
- Algunos productos de pan o sus derivados (se adhieren a las opciones germinadas o de grano integral).
- Los productos que contienen maíz.
- La avena y la cebada.
- Los plátanos (las variedades inmaduras y cocidas tienen la mayor cantidad de amilosa).
- Los almidones y las harinas crudos.
- El arroz (especialmente cocido).
- La mayoría de las verduras y tubérculos de raíz, como la mandioca, el ñame, las papas hervidas y enfriadas y las perlas de tapioca.
- El almidón de patata sin modificar.
Se recomienda consumir el almidón de patata sin modificar, como un complemento de los productos alimenticios para aumentar la ingesta de almidón resistente, ya que estos tiene la mayor cantidad de amilosa que cualquier otro producto alimenticio por porción.
Se recomienda adicionarlo a un batido en horas de la mañana o a una sopa de la noche.
Alimentos de bajo contenido en amilosa
Los alimentos con un alto contenido de amilosa tienen un índice glucémico bajo, y esa es una de las formas de reconocer a los alimentos bajos en amilosa. Las opciones bajas en amilosa incluyen:
- Las frutas (excepto los plátanos).
- Los vegetales que crecen sobre el suelo.
- La carne, el pescado y las aves de corral.
- Los bocadillos y las golosinas azucaradas.
- Los panes y las tortillas procesadas.
La amilosa vs. La amilopectina
El otro compuesto que se encuentra en el almidón, la amilopectina, tiene una forma física muy diferente y se comporta de manera diferente en los alimentos y el cuerpo.
Aquí están las principales diferencias y semejanzas entre la amilosa y la amilopectina:
- La amilosa constituye del 20 al 30 por ciento de los compuestos de almidón, mientras que la amilopectina constituye del 80 al 80 por ciento de estos compuestos.
- La amilosa es un «polímero de cadena lineal», lo que significa que tiene una forma recta químicamente. Por el contrario, la amilopectina es un «polímero de cadena ramificada» por lo que posee una forma química más compleja.
- La amilosa es soluble en el agua caliente y no se hinchará ni llegará a convertirse en un gel. Por otro lado, la amilopectina no es tan soluble en agua caliente y tiende a espesar y gelificar.
- La amilosa no es soluble en agua fría, mientras que la amilopectina puede disolverse en agua fría.
- La amilosa es un almidón resistente, mientras que la amilopectina se digiere más fácilmente ya que se descompone fácilmente en glucosa.
- Tanto la amilosa como la amilopectina son compuestos que son formados exclusivamente por las plantas.
- El arroz con alto contenido de amilosa es muy firme y tiende a separarse fácilmente, mientras que el arroz con alto contenido de amilopectina es pegajoso y muy suave.
- La amilosa almacena una gran cantidad de energía, mientras que la amilopectina no almacena tanta cantidad de energía en las porciones por gramo.
- La amilosa y la amilopectina constituyen los componentes del almidón, que es el polisacárido que las plantas usan para almacenar su energía.