También llamada osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones.
Se conoce como una enfermedad de «desgaste y fractura«. Si bien, no es causada por las edades, la cantidad de canadienses afectados por ella está aumentando un 5% cada año debido al envejecimiento de la población.
Los síntomas que experimentan las personas son causados por la pérdida o la descomposición del cartílago en la rodilla, lo que conduce a un estrechamiento del espacio en la articulación.
Esta pérdida de espacio articular progresa a medida que pasa el tiempo, dando lugar a espolones óseos y disminución del movimiento.
Causas y factores de riesgo
La artrosis de la rodilla puede desarrollarse como resultado de una serie de factores. La edad es el factor de riesgo más común asociado.
Es importante recordar que, aunque la edad no causa artrosis en la rodilla, los adultos mayores (especialmente las mujeres) siguen siendo los más afectados debido a la naturaleza degenerativa de la enfermedad.
Se estima que el 85% de los canadienses mayores de 70 años tendrán Osteoartritis. Otros factores de riesgo incluyen:
- Genética.
- Género.
- Obesidad.
- Biomecánica de rodilla alterada.
- Lesión o trauma previo.
- Lesiones por estrés repetitivo.
Tratamiento para la artritis de rodilla
Varios tipos de tratamiento pueden ayudar a la artritis de la rodilla. Tomar medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINE), como el Ibuprofeno o la aspirina, puede calmar temporalmente el dolor de la artritis y disminuir la inflamación en la articulación de la rodilla.
Otros medicamentos para la artritis incluyen:
- Analgésicos, que ayudan con el dolor y pueden recomendarse como una alternativa a los AINE.
- Corticosteroides, que ayudan con la inflamación.
- Modificadores de la respuesta biológica, que pueden ayudar a prevenir que su sistema inmune cause inflamación de las articulaciones.
- Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD), que pueden ayudar específicamente con la AR.
Las inyecciones que pueden ayudar con la artritis de rodilla incluyen:
- Suplementos de ácido hialurónico, que alivian la inflamación y el dolor de la artritis al lubricar las articulaciones de la rodilla para permitirles un movimiento más suave.
- Inyecciones de corticosteroides, que se inyectan en la rodilla para calmar la inflamación y el dolor.
- Artrocentesis, en la que se extrae líquido de la articulación con una aguja para realizar la prueba (también puede aliviar el dolor).
Es posible que necesite cirugía para su artritis, incluso si otros tratamientos ayudan con su dolor. Tres tipos de cirugías son más comunes para tratar la artritis de la rodilla:
- Reemplazo total de la articulación: es el tipo más común, en el cual su médico reemplaza su rodilla con una prótesis hecha de plástico, cerámica o metal.
- Osteotomía: en la cual su médico modifica los huesos de su rodilla para controlar el daño y la presión en su rodilla.
- Artroscopia: en la cual su médico hace una incisión en su rodilla para remover o reparar partes dañadas.
Hable con su médico sobre qué tratamiento o procedimiento es el mejor para usted, según su nivel de dolor, cuánto afecta su artritis a su vida diaria y el daño que le causa a su rodilla.
Remedios caseros y cambios de estilo de vida
Ciertos tipos de ejercicio pueden ayudar a preservar la función de la rodilla y aliviar el dolor, incluidos ejercicios aeróbicos en el agua, entrenamiento de fuerza y tai chi.
Perder peso, especialmente si tiene sobrepeso, puede ayudar a aliviar la artrosis de la rodilla al disminuir la presión sobre sus rodillas.
Algunos estudios han sugerido que los siguientes suplementos pueden ayudar a aliviar la inflamación y el dolor causados por la artritis de la rodilla:
- Capsaicina.
- Cúrcuma.
- Sulfato de condroitina.
- Glucosamina.
- Aguacate de soja.
Síntomas
Hay muchos síntomas de la osteoartritis de la rodilla, y su gravedad depende de cuán avanzada sea su condición. Si bien, es posible que no tenga todos los síntomas asociados con la osteoartritis de la rodilla, puede tenerla si tiene alguno de estos síntomas:
Hinchazón o sensibilidad:
La artritis de la rodilla puede causar inflamación periódica. Esto puede deberse a la formación de espolones óseos (osteofitos) o líquidos extra en la rodilla.
La inflamación puede ser más pronunciada después de un largo período de inactividad, como cuando se despierta por la mañana.
La piel de la rodilla puede verse roja o sentir calor al tacto. Con el tiempo, puede experimentar una inflamación crónica de la rodilla que no mejora con medicamentos de venta libre o antiinflamatorios.
Debilidad:
Con el tiempo, los músculos de su rodilla pueden debilitarse y toda la estructura de la articulación puede volverse inestable. La debilidad general de la rodilla puede hacer que ceda o se doble.
La articulación también puede adherirse o bloquearse para que no pueda doblarla o enderezarla. Puede encontrar que estos síntomas aparecen y desaparecen.
Pobre rango de movimiento:
La artritis puede hacer que sea cada vez más difícil que las articulaciones de la rodilla se deslicen como deberían, dificultando o imposibilitando movimientos previamente simples, son un síntoma común de artritis. Es más probable que note un rango de movimiento restringido cuando sube escaleras o participa en actividades deportivas.
La artritis de la rodilla desgasta progresivamente el cartílago. Y, a medida que la artritis empeora, se vuelve más difícil que las articulaciones funcionen normalmente y puede ser cada vez más difícil realizar las tareas cotidianas. Con el tiempo, puede tener problemas para caminar sin un bastón o un andador.
Pérdida de espacio articular:
Las radiografías de rodilla son una excelente herramienta de diagnóstico porque muestran claramente la pérdida de espacio articular que causa sonidos y un rango de movimiento deficiente.
El espacio que normalmente ocupa el cartílago se desgasta y el hueso expuesto está presente. Los espolones óseos se desarrollan a lo largo de los bordes de la articulación y reflejan el intento del cuerpo de repararse a sí mismo.
Deformidades de la rodilla:
A medida que avanza la artritis, puede notar cambios en la apariencia de su rodilla. La artritis puede crear una apariencia hundida ya que los músculos que rodean las rodillas se debilitan.
Sus rodillas pueden comenzar a apuntar una hacia la otra o doblarse hacia afuera. Las deformidades de la rodilla van desde apenas perceptibles hasta bastante severas y debilitantes.
Crepitación:
Crepito es el término médico para la sensación de crujido que puede sentir o escuchar al mover o doblar la rodilla. Dependiendo de qué tan avanzado esté su osteoartritis de rodilla, puede sentir o escuchar (o a veces ambos) sonidos al mover la articulación de la rodilla como:
- Sonidos crujientes.
- Sonidos como chicharrón.
- Sonidos como si se estuviera moliendo algo.
Dolor:
El dolor, la sensibilidad o el malestar a menudo se sienten en el interior de la rodilla con la osteoartritis. Esto se debe a que su cuerpo distribuye su peso directamente hacia abajo, ejerciendo una presión adicional sobre el interior de la articulación de la rodilla.
Sin embargo, algunas personas experimentan síntomas de artrosis de la rodilla en ambos lados de ésta o sólo en el exterior de la articulación de la rodilla.
El dolor de la artrosis de la rodilla suele empeorar al final del día y mejora con el descanso. Con este padecimiento, puede sentir dolor o sensibilidad cuando:
- Se arrodilla.
- Camina cuesta arriba o cuesta abajo.
- Sube escaleras o baja escaleras.
- Dobla la rodilla.
Rigidez:
Si bien la osteoartritis asociada al dolor puede mejorar con el descanso, un descanso excesivo dará lugar a rigidez en la articulación de la rodilla.
La rigidez suele durar unos minutos y disminuye con el movimiento y el estiramiento suave.
Si ha notado que su rodilla se pone rígida después de estar sentada por un tiempo, o es más rígida al levantarse por la mañana, es posible que tenga artrosis de la rodilla. Con la osteoartritis su rodilla puede sentirse rígida:
- Por cortos períodos en la mañana.
- Después de un descanso prolongado.
- Después de estar sentado por un largo tiempo.
Pérdida de movilidad:
La artrosis de la rodilla puede provocar la pérdida del funcionamiento diario, ya que la rodilla no se mueve tan libremente como debería.
El dolor, la sensibilidad y la rigidez provocan que muchas personas con artrosis vean una disminución en su movilidad, esto puede hacer que sea difícil:
- Sentarse o levantarse de las sillas.
- Entrar o salir de los automóviles.
- Subir o bajar escaleras.
Etapas de la artrosis de la rodilla
La osteoartritis se divide en cinco etapas. La etapa 0 se asigna a una rodilla normal y sana. La etapa más alta, 4, se asigna a una condición grave.
La artrosis de la rodilla que ha logrado evolucionar a este proceso avanzado es probable que cause dolor significativo y altere el movimiento articular.
Etapa cero: Normal.
La articulación de la rodilla no muestra signos de osteoartritis y las funciones conjuntas sin ningún deterioro o dolor.
- Tratos: No se necesita tratamiento para la etapa cero de la artrosis de la rodilla.
Etapa uno: Menor – Poco o nada de dolor o malestar.
Una persona con artrosis de rodilla en etapa 1 muestra crecimiento de espolón óseo muy leve. Los espolones óseos son tumores óseos que a menudo se desarrollan cuando los huesos se encuentran en la articulación.
En la etapa uno, ya hay una pequeña pérdida de cartílago (alrededor del 10%). Los osteofitos, pequeñas excrecencias óseas, también pueden comenzar a crecer en la articulación de la rodilla.
Si bien, hay cierta pérdida de cartílago, hay poco o ningún estrechamiento del espacio articular entre los huesos.
- Tratos: Sin síntomas externos de osteoartritis para tratar, muchos médicos no le exigirán que se someta a ningún tratamiento para la Etapa 1.
Sin embargo, si tiene una predisposición a la osteoartritis o está en mayor riesgo, su médico puede recomendarle tomar suplementos, como glucosamina y condroitina, o comenzar una rutina de ejercicios para aliviar cualquier síntoma menor de osteoartritis y disminuir la progresión de la artritis.
Etapa dos: Leve – algo de dolor y rigidez en las articulaciones.
El daño a la articulación de la rodilla en esta etapa es aún menor; los huesos no se frotan ni raspan entre sí.
Se observa una pérdida continua de cartílago y un notable crecimiento de osteofitos.
Mientras que el espacio entre las articulaciones (espacio articular) permanece sano, los lugares donde los huesos hacen contacto comienzan a endurecerse, junto con los tejidos circundantes.
Los rayos X de las articulaciones de la rodilla en esta etapa revelarán un mayor crecimiento del espolón óseo, pero el cartílago generalmente sigue teniendo un tamaño saludable, es decir, el espacio entre los huesos es normal y los huesos no se frotan ni raspan entre sí.
En esta etapa, el líquido sinovial también está típicamente presente en niveles suficientes para el movimiento normal de la articulación.
Sin embargo, esta es la etapa donde las personas pueden comenzar a experimentar síntomas como dolor después de un largo día de caminar o correr, mayor rigidez en la articulación cuando no se usa durante varias horas, o sensibilidad al arrodillarse o doblarse.
Tratos: Hable con su médico acerca de sus posibles signos de osteoartritis. Es posible que su médico pueda detectar y diagnosticar la afección en esta etapa inicial. Si es así, entonces puede desarrollar un plan para evitar que la condición progrese.
Varias terapias pueden ayudar a aliviar el dolor y la incomodidad causada por esta etapa leve de osteoartritis. Estas terapias son principalmente no farmacológicas, lo que significa que no necesita tomar medicamentos para aliviar los síntomas.
Si tiene sobrepeso, perder peso a través de la dieta y el ejercicio puede aliviar los síntomas menores y mejorar su calidad de vida. Incluso las personas que no tienen sobrepeso se beneficiarán del ejercicio.
El aeróbico de bajo impacto y el entrenamiento de fuerza pueden ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la articulación, lo que aumenta la estabilidad y disminuye la probabilidad de daño articular adicional.
Proteja su articulación del esfuerzo evitando arrodillarse, ponerse en cuclillas o saltar. Las abrazaderas y los vendajes pueden ayudar a estabilizar su rodilla. Los insertos de zapatos pueden ayudar a realinear la pierna y aliviar parte de la presión que ejerce sobre la articulación.
Algunas personas pueden requerir medicamentos para aliviar el dolor leve. Estos generalmente se usan junto con terapias no farmacológicas. Por ejemplo, si necesita tomar Acetaminofen para aliviar el dolor, también debe intentar hacer ejercicio, perder peso y proteger su rodilla del estrés innecesario.
La terapia a largo plazo con estos medicamentos puede causar otros problemas. Los antiinflamatorios pueden causar úlceras estomacales, problemas cardiovasculares y daño renal y hepático. Tomar dosis más grandes de paracetamol puede causar daño hepático.
Etapa 3: Moderado – Dolor, incomodidad e hinchazón.
En la etapa tres, hay una notable pérdida de cartílago y el espacio articular se ha reducido notablemente. En esta etapa también se ve a la articulación hinchada e inflamada.
Es probable que las personas con osteoartritis en estadio 3 de la rodilla experimenten dolor frecuente al caminar, correr, inclinarse o arrodillarse.
También pueden experimentar rigidez en las articulaciones después de sentarse durante largos períodos de tiempo o al despertarse por la mañana.
La inflamación de las articulaciones también puede estar presente después de largos períodos de movimiento.
Tratos: Si las terapias no farmacológicas no funcionan o ya no proporcionan el alivio del dolor que alguna vez surtieron, su médico puede recomendarle inyecciones de cortisona.
La cortisona, un esteroide producido naturalmente por su cuerpo, ha demostrado que alivia el dolor causado por la osteoartritis cuando se inyecta cerca de la articulación afectada.
Los efectos de un disparo de cortisona desaparecen en aproximadamente dos meses. Sin embargo, usted y su médico deben considerar cuidadosamente el uso de inyecciones de cortisona. Las investigaciones muestran que el uso prolongado del esteroide en realidad puede empeorar el daño articular.
Si los antiinflamatorios de venta libre o el paracetamol ya no son efectivos, los medicamentos recetados para el dolor, como la codeína y la oxicodona, pueden ayudar a aliviar el aumento del dolor que es común en la etapa 3 de la osteoartritis. A corto plazo, estos medicamentos se pueden usar para tratar el dolor moderado a intenso.
Sin embargo, los medicamentos narcóticos no se recomiendan para el uso a largo plazo debido al riesgo de una mayor tolerancia y posible dependencia. Los efectos secundarios de estos medicamentos incluyen náuseas, somnolencia y fatiga.
Las personas que no responden a tratamientos conservadores para la terapia física con osteoartritis, pérdida de peso, uso de antiinflamatorios y analgésicos, pueden ser buenos candidatos para la visco-suplementación.
Viscosuplementos son inyecciones intra-articulares de ácido hialurónico. Un tratamiento típico con un viscosuplemento requiere de una a cinco inyecciones de ácido hialurónico, con una semana de diferencia.
Hay algunas inyecciones que están disponibles como inyección de dosis única. Los resultados de una inyección de viscosuplementación no son inmediatos.
De hecho, puede tomar varias semanas para que se sienta el efecto completo del tratamiento, pero el alivio de los síntomas generalmente dura unos pocos meses. No todos responden a estas inyecciones.
Etapa 4: Grave – Dolor intenso, incomodidad, pérdida de movilidad.
La cuarta etapa es la más avanzada con el 60% del cartílago de la rodilla desgastado. El espacio de la articulación se estrecha significativamente cuando los huesos se tocan entre sí.
La fricción causada por los huesos que se frotan entre sí causa inflamación significativa. Los pacientes en esta etapa de la artrosis de la rodilla normalmente observan el crecimiento de más osteofitos, experimentan dolor intenso y, en casos muy graves, los huesos se pueden deformar.
Es posible tener osteoartritis en la etapa cuatro con dolor mínimo o nulo en absoluto. Por eso, si cree que podría tener osteoartritis de la rodilla, es mejor reservar una cita con un fisioterapeuta calificado para obtener una evaluación completa.
Las personas en la etapa 4 de la osteoartritis de la rodilla experimentan un gran dolor y malestar cuando caminan o mueven la articulación.
Esto se debe a que el espacio articular entre los huesos se reduce drásticamente: el cartílago se ha ido casi por completo, dejando la articulación rígida y posiblemente inmóvil.
El líquido sinovial se reduce drásticamente y ya no ayuda a reducir la fricción entre las partes móviles de una articulación.
Tratos: La cirugía de realineación ósea, u osteotomía, es una opción para las personas con artrosis de la rodilla severa. Durante esta cirugía, un cirujano corta el hueso por encima o por debajo de la rodilla para acortarlo, alargarlo o cambiar su alineación.
Esta cirugía desplaza el peso de su cuerpo lejos de las puntas del hueso donde se produjo el mayor crecimiento de espinas óseas y el daño óseo. Esta cirugía a menudo se realiza en pacientes más jóvenes.
El reemplazo total de rodilla, o artroplastia, es un último recurso para la mayoría de los pacientes con artrosis de la rodilla severa. Durante este procedimiento, un cirujano quita la articulación dañada y la reemplaza con un dispositivo de plástico y metal.
Los efectos secundarios de esta cirugía incluyen infecciones en el sitio de la incisión y coágulos de sangre. La recuperación de este procedimiento lleva varias semanas o meses y requiere una amplia terapia física y ocupacional.
Es posible que la sustitución de su rodilla artrítica no sea el final de sus problemas de artrosis de la rodilla. Es posible que necesite cirugías adicionales o incluso otro reemplazo de rodilla durante su vida, pero con las rodillas más nuevas, puede durar décadas.
¿Cuándo ver al médico?
Consulte a su médico si su dolor o inflamación no responde a ningún tipo de tratamiento. También consulte a su médico si el dolor interfiere con su vida diaria, especialmente si no puede dormir o si el dolor afecta su caminar o movimiento.
Para diagnosticar su artritis de la rodilla, su médico primero evaluará su salud física general. Le pueden pedir que se pare mientras toman radiografías para discernir si tiene artritis.
También pueden ordenar un escáner óseo o una resonancia magnética para examinar sus rodillas en busca de artritis.
El dolor de rodilla puede indicar que tiene osteoporosis, en la cual sus huesos pierden su densidad y se vuelven más frágiles. Esta condición puede causar dolor y malestar similar a la causada por la artritis.
Su médico puede ordenar una prueba de densidad mineral ósea para descartar la osteoporosis como causa de su dolor.
Su médico también puede hacerle una prueba de lupus, una enfermedad crónica en la cual su sistema inmune ataca su cuerpo. El lupus puede causar dolor en las articulaciones y otros síntomas que pueden afectar el funcionamiento de su cuerpo.
El diagnóstico temprano de la artritis de la rodilla puede ayudarlo a buscar tratamientos y terapias que alivian el dolor y preservan su capacidad para moverse sin dolor o dificultad.
Si el dolor de rodilla está interfiriendo con las actividades diarias, consulte a su médico lo antes posible.