Es el miedo irracional a los espacios confinados.
La palabra «claustrofobia» se deriva de dos palabras, «Claustrum» (que significa «cerrado» en latín) y «Phobos» que significa «Miedo» en griego.
La claustrofobia se puede definir como «miedo anormal, mórbido, intenso e irracional a espacios confinados, cerrados o estrechos.
La persona sufre de pánico por claustrofobia cuando está adentro de lugares como un ascensor, una habitación pequeña, una calle estrecha, etc.
El miedo se centra en no poder escaparse o no tener suficiente oxígeno para respirar.
Causas de la claustrofobia
Los expertos no han podido llegar a los factores exactos que causan claustrofobia.
En general, se cree que la claustrofobia puede ser causada por una experiencia traumática que involucra espacios confinados, como quedar atrapado en un armario.
Cuando la persona se encuentra con situaciones similares después de esta experiencia, a menudo desencadenan ataques de pánico.
Esto se debe a que se formaría una conexión en el cerebro que asocia a los espacios cerrados con la ansiedad. Como resultado de esta asociación, la persona se vuelve claustrofóbica.
Por ejemplo, si se estuvo atrapado en un espacio reducido cuando pequeño, puede desarrollar claustrofobia como un adulto.
A veces, los niños con un padre que tiene claustrofobia pueden volverse claustrofóbicos, al asociar espacios confinados con la ansiedad del adulto y sentirse impotentes para ayudar y consolar a la persona que aman.
Muchas cosas pueden desencadenar esta ansiedad, dentro de estas se incluye:
- Los ascensores.
- Los túneles.
- Los trenes subterráneos.
- Las puertas giratorias.
- Los baños públicos.
- Los equipos de escáneres de resonancia magnética.
- Los autos con cierre centralizado.
- Las áreas cerradas para el lavado de autos.
- Los vestidores en tiendas.
- Las habitaciones de hotel con ventanas selladas.
- Los aviones.
Si se ha sentido ansioso durante los últimos seis meses por estar en un espacio confinado o lleno de gente, o si ha evitado espacios confinados y lugares abarrotados por este motivo, es probable que se vea afectado por la claustrofobia.
Síntomas
Cuando una persona afectada por claustrofobia se encuentra en un espacio cerrado, puede mostrar algunos de los siguientes síntomas:
Los síntomas físicos
Los ataques de pánico son comunes entre las personas con claustrofobia. Además de sentimientos abrumadores de ansiedad, un ataque de pánico puede causar síntomas físicos como:
- La transpiración excesiva.
- Temblores.
- Sofocos o escalofríos.
- Falta de aire o dificultad para respirar.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Dolor en el pecho y una sensación de opresión en el pecho.
- Una sensación de mariposas en el estómago.
- Las náuseas.
- Los dolores de cabeza y mareos.
- Sensación de desmayo.
- Entumecimiento y sensación de estar pinchado por alfileres y agujas.
- Sentir la boca seca.
- La necesidad de ir al baño.
- Sonidos en los oídos.
- Sensación de confusión o desorientación.
Los síntomas psicológicos
Las personas con claustrofobia grave también pueden experimentar síntomas psicológicos, tales como:
- El miedo a perder el control.
- El miedo a desmayarse.
- Los sentimientos de terror.
- El miedo a morir.
Diagnóstico de la claustrofobia
La mayoría de las personas con fobia saben perfectamente que tienen una.
Muchas personas viven con claustrofobia sin haberlo diagnosticado formalmente y tienen mucho cuidado para evitar espacios confinados.
Tratamiento
El tratamiento para la claustrofobia incluye técnicas de distracción, ejercicios de respiración, técnicas de meditación y las terapias de relajación. Estas son estrategias para evitar las crisis de ansiedad o los ataques de pánico.
La terapia cognitiva conductual a menudo es muy efectiva para las personas con fobias, ya que desarrolla formas para enfrentar la fobia eficazmente.
Los médicos generalmente usan una combinación de medicamentos como antidepresivos, bloqueadores beta, entre otros. También terapia de exposición (inundación, contra acondicionamiento), hipnoterapia de regresión y terapia conductual.
La claustrofobia puede tratarse y curarse con éxito al exponerse de forma gradual a las situaciones que le causan temor.
El paciente por su parte debe enfrentar la fobia, si es posible, debe permanecer donde está durante un ataque de pánico. Y nuca correr a lo que él considera un lugar seguro.
Debe recordar que los pensamientos y las sensaciones atemorizantes son un signo de pánico son eventuales y pasarán. Se debe concentrar en algo que no le sea amenazador.
Los síntomas de un ataque de pánico generalmente alcanzan su punto máximo en 10 minutos y la mayoría de los ataques duran entre cinco minutos y media hora.