Las causas no prevenibles de esta enfermedad incluyen genética, raza, sexo y edad.
Muchos factores diferentes a menudo se combinan para causar hipertensión.
Algunos de estos factores se pueden prevenir, y otros no.
La hipertensión es dos veces más probable que ocurra en un individuo que tiene uno o ambos padres con hipertensión.
La presión arterial alta es más probable y, a menudo, más severa en los afroamericanos.
Los hombres son más propensos que las mujeres a desarrollar hipertensión, y el aumento de la edad también es un factor de riesgo.
Hay muchos otros factores que son completamente evitables.
Estos incluyen la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física y una dieta alta en sal.
El fumar y el consumo de alcohol hacen que los vasos sanguíneos se constriñan o se vuelvan más pequeños, lo que hace que la presión aumente.
Las dietas ricas en sal causan retención de agua, lo que aumenta el volumen de la sangre que se mueve por el cuerpo, aumentando la presión.
La obesidad causa hipertensión de muchas maneras, aumenta la superficie sobre la cual la sangre debe circular, haciendo que el corazón trabaje más enérgicamente.
La hipotensión o la presión arterial baja también es una afección médica.
Una lectura de la presión arterial de menos de 90/60 indica hipotensión.
Aunque generalmente no se considera un problema grave, puede causar mareos, náuseas, fatiga, desmayos, visión borrosa y otros síntomas.
La hipotensión crónica también puede ser un signo de afecciones médicas más graves.
Enfoque del tratamiento
El objetivo principal del tratamiento es disminuir el riesgo de mortalidad y morbilidad cardiovascular y renal.
Se ha establecido que la meta debe ser menor de 140/90 mmHg para adultos entre 18 y 59 años, incluidos aquellos con diabetes o enfermedades renales crónicas y menor de 150/90 mmHg en la población geriátrica a partir de los 60 años.
Tratamientos para reducir la presión arterial alta
Hay muchos medicamentos disponibles para el tratamiento de la presión arterial.
Si bien el primer medicamento que prueba puede causar efectos secundarios no deseados o puede no ser efectivo.
El médico usualmente prueba tratamientos hasta encontrar la mejor medicación para el paciente.
Claramente, la adopción de un estilo de vida más saludable también es muy importante para el control de la presión arterial alta.
Algunos de estos cambios de estilo de vida son más difíciles que otros, pero todos harán una diferencia positiva.
Cambios en el estilo de vida
El abordaje inicial para un paciente recién diagnosticado debe incluir una explicación exhaustiva de los riesgos asociados con la hipertensión y la necesidad de un control adecuado y adherencia al tratamiento.
La medida terapéutica inicial debe ser una modificación del estilo de vida.
Tabaco
Fumar es un factor que contribuye a la presión arterial alta y a otras condiciones de salud.
La cesación del tabaquismo, debe ser una prioridad inmediata cuando está recibiendo tratamiento para la presión arterial alta.
Alcohol
Consumo limitado o eliminar su ingesta de alcohol también puede ayudar a la disminución de la presión arterial.
Dieta
Para pacientes con presión arterial alta, se necesitan ajustes de dieta.
Se recomiendan disminuir la ingesta de alimentos salados (Reducción de sodio menor de 1.5 g por día), adicionar suplementos de potasio (3.5 a 5.0 g por día).
Preferiblemente a través del consumo de una dieta rica en potasio, a menos que esté contraindicado por la presencia de enfermedades renales crónicas o el uso de medicamentos que reducen la excreción de potasio.
Generalmente se recomienda una dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión que permite de 8 a 10 porciones de frutas y verduras diarias, aves, pescado, nueces, granos enteros, proteínas bajas en sodio y bajas en grasa, la eliminación de alimentos y bebidas azucarados y muy procesados.
Esta dieta tiene un impacto positivo en la presión arterial y en la salud en general.
Pérdida De Peso
Junto con los cambios en la dieta, la pérdida de peso es una de las mejores formas de controlar la presión arterial alta.
Por kilogramos de peso perdido, también se produce una disminución en la presión arterial.
La circunferencia de la cintura debe ser menor de 102 cm para los hombres y menor de 88 cm para las mujeres, pérdida de peso a un índice de masa corporal de aproximadamente 25 kg / m².
Ejercicio
Independientemente de la pérdida de peso, el ejercicio es otra gran herramienta para controlar la hipertensión.
Cuarenta minutos de ejercicio aeróbico de tres a cuatro veces por semana pueden reducir la presión arterial hasta en seis puntos.
Incorporar el entrenamiento con pesas puede reducirlo tres puntos más.
Se recomienda un aumento de la actividad física: al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico dinámico de intensidad moderada (caminar, trotar, andar en bicicleta o nadar) 5 días por semana hasta un total de 150 minutos por semana.
Medicamentos
La terapia combinada de hipertensión con agentes separados o una píldora combinada de dosis fija ofrece la posibilidad de reducir la presión arterial más rápidamente, obtener la presión sanguínea deseada y disminuir los efectos adversos.
Los agentes antihipertensivos de diferentes clases pueden compensar las reacciones adversas entre sí, como un diurético que disminuye el edema que ocurre después del tratamiento con un bloqueador de los canales de calcio.
La mayoría de los pacientes con hipertensión requieren más de un único agente antihipertensivo, especialmente si tienen condiciones comórbidas.
Aunque se recomienda la terapia diurética como el agente farmacológico inicial para la mayoría de los pacientes con hipertensión, la presencia de «indicaciones convincentes» puede impulsar el tratamiento con agentes antihipertensivos que demuestren un beneficio particular en la prevención primaria o secundaria.
La terapia de combinación es el tratamiento con dos o más agentes administrados por separado o en una píldora combinada de dosis fija y es requerido por la mayoría de los pacientes con hipertensión para alcanzar la presión sanguínea deseada.
En muchos casos, la terapia de combinación mejora las tasas de control de la presión arterial y requiere menos tiempo para alcanzar la presión arterial objetivo con una tolerancia equivalente o mejor que la dosis más alta de monoterapia.
Los pacientes con comorbilidades pueden beneficiarse de los efectos de diferentes medicamentos antihipertensivos y son considerados para la terapia combinada.
Por ejemplo, un paciente con hipertensión y diabetes, insuficiencia cardíaca o enfermedad renal puede beneficiarse de la combinación de un diurético y un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina.
Así mismo cuando la monoterapia no logra la presión arterial, el uso de terapia combinada es una alternativa para aumentar la dosis de un solo agente.
Elección de agentes
La elección de los agentes antihipertensivos se guía por las características del paciente.
Los agentes antihipertensivos pueden tener efectos complementarios y pueden ayudar a contrarrestar los efectos adversos de los demás.
Las terapias de combinación que demuestran mecanismos de acción sinérgicos o complementarios incluyen el betabloqueante-diurético, bloqueador del receptor de angiotensina-diurético.
También el inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina-diurético, bloqueador de canales de calcio-inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina, bloqueador de los canales de calcio-diurético, y un diurético tiazídico más un diurético ahorrador de potasio.
Agentes de combinación de dosis fija
Los tratamientos combinados de dosis fijas ofrecen varios beneficios potenciales, que incluyen la simplificación del régimen de tratamiento, la conveniencia y, a veces, la disminución del costo.
La elección de agentes combinados se puede utilizar para minimizar los efectos adversos de cada agente individual.
Un ejemplo es la combinación de un diurético tiazídico con un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina.
Las desventajas incluyen dosis iniciales que a menudo son inferiores a las que se iniciarían con una monoterapia, lo que haría potencialmente más difícil lograr la dosis deseada, y el riesgo de causar hipotensión ortostática en pacientes mayores y en pacientes con neuropatía diabética.
Las preocupaciones de los pacientes sobre el cambio de la terapia de combinación a una combinación de dosis fija incluyen el cambio en una rutina establecida, capacidad de lograr los mismos medicamentos y dosis en una píldora combinada, costo aumentado, incapacidad para ajustar fácilmente la dosis y tamaño de la tableta.
Manejo inicial de la hipertensión con terapia combinada
Aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes con hipertensión requerirá dos o más agentes para alcanzar su presión arterial objetivo.
El uso de terapia combinada para el tratamiento inicial ofrece la posibilidad de alcanzar la presión sanguínea, con menos efectos adversos debido a que se pueden utilizar dosis más bajas de cada agente.
Las ventajas económicas potenciales incluyen una menor necesidad de cambiar medicamentos y mejores resultados a largo plazo secundarios a un mejor control de la presión arterial.
El tratamiento inicial con la terapia de combinación debe considerarse en cualquier paciente cuya presión arterial es mayor que 20 mm Hg por encima de meta sistólica o 10 mm Hg por encima de meta diastólica.
Poblaciones especiales
Insuficiencia cardíaca
Se recomiendan diuréticos, bloqueadores beta, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, bloqueador del receptor de angiotensina y antagonistas de aldosterona (los antagonistas de aldosterona incluyen eplerenona y espironolactona) en el tratamiento de pacientes hipertensos con insuficiencia cardíaca.
Se ha demostrado que estos medicamentos reducen la morbilidad y la mortalidad en pacientes con insuficiencia cardíaca.
Los antagonistas de aldosterona son beneficiosos en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca de moderada a grave, pero es posible que no ofrezcan el mismo beneficio a los pacientes con insuficiencia cardíaca menos grave o con insuficiencia renal significativa.
La elección de los agentes se basa en la gravedad de la insuficiencia cardíaca, la fracción de eyección del ventrículo izquierdo y el historial de infarto de miocardio.
Infarto Post miocardial
Se recomienda que el tratamiento de pacientes con hipertensión que hayan tenido un infarto de miocardio incluya un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina.
Bloqueador del receptor de angiotensina para pacientes intolerantes a los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, un bloqueador beta y un antagonista de la aldosterona para pacientes con insuficiencia cardíaca sintomática sin hiperpotasemia o insuficiencia renal significativa.
Los bloqueadores de los canales de calcio de acción corta no se recomiendan para el tratamiento de la hipertensión en pacientes con infarto de miocardio.
Alto riesgo de enfermedad coronaria
En pacientes con hipertensión con alto riesgo de enfermedad coronaria, se recomienda el uso de diuréticos, bloqueadores de los canales de calcio, bloqueadores beta e inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina.
Diabetes mellitus
Los pacientes con hipertensión y diabetes tienen tasas más bajas de control de la presión arterial y a menudo requieren terapia de combinación.
Se recomienda un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina o un bloqueador del receptor de angiotensina, si un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina no se tolera o está contraindicado para estos pacientes.
Las combinaciones comunes incluyen un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina o un bloqueador del receptor de angiotensina, más un bloqueador del canal de calcio o un diurético.
Dado el bajo costo y los beneficios comprobados de un diurético para reducir la mortalidad cardiovascular y por todas las causas, la combinación de un diurético y un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina es un buen punto de partida si se elige la terapia de combinación.
La combinación del inhibidor de los bloqueadores de los canales de calcio ha demostrado una reducción de la presión arterial superior en comparación con la monoterapia con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina en pacientes con hipertensión y diabetes.
La renoprotección lograda en estos pacientes mediante el uso de tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, refleja la acción del inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina y la disminución de la presión arterial.
Enfermedad renal crónica
La diabetes y la hipertensión son las dos causas principales de enfermedad renal en etapa terminal.
La hipertensión puede causar o empeorar la enfermedad renal, y esta a su vez también puede ser causada por una enfermedad renal.
La terapia de combinación a menudo es necesaria para reducir la presión arterial de manera efectiva a los niveles objetivo en pacientes con enfermedad renal porque la monoterapia rara vez alcanza el nivel de disminución de la presión arterial necesaria para lograr la disminución de la tasa de filtración glomerular.
La terapia de primera línea para la enfermedad renal proteinúrica incluye un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina o bloqueador del receptor de angiotensina, y a menudo requiere la adición de un diurético o un bloqueador de los canales de calcio.
En pacientes con hipertensión y enfermedad renal proteinúrica no diabética, la adición de un bloqueador del canal de calcio a un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina logra una mayor reducción de la presión arterial, pero no ofrece una ventaja para disminuir la progresión a enfermedad renal terminal.
Los diuréticos tiazídicos se recomiendan en pacientes con una tasa de filtración glomerular mayor o igual a 40 ml por minuto, y se recomiendan diuréticos de asa en pacientes con una tasa de filtración glomerular menor o igual a 40 ml por minuto.
La combinación de un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina y un bloqueador del receptor de angiotensina puede ser beneficiosa en comparación con cualquier agente solo en ciertos pacientes con enfermedad renal crónica.