Es la pérdida de apetito en adultos mayores y en niños.
El apetito se asocia con la necesidad de comida y este deseo se convierte en una sensación de hambre, cuando esta necesidad no se presenta en estos grupos etarios, estamos en presencia de la enfermedad.
Causas de la hiporexia
Las causas de la hiporexia en niños y ancianos suelen ser diferentes.
En los niños:
- La ingesta de muchos biberones en el caso de niños mayores de un año y la ingesta de gran cantidad de golosinas o pequeñas cantidades de alimentos en los intervalos de tiempo entre las comidas.
- Presencia de enfermedades agudas y crónicas del sistema digestivo como la gastritis, la gastroenteritis, las úlceras pépticas, la hepatitis, entre otras.
- Existencia de enfermedades infecciosas agudas y crónicas como las infecciones virales, las bacterianas con fiebre, la tuberculosis, las infecciones urinarias y las aftas.
- Infestación con parásitos.
- Deficiencia de hierro y de zinc.
- Anomalías de tipo metabólicas, enfermedades hereditarias, pereza de masticar.
- Enfermedades respiratorias que producen insuficiencia respiratoria.
- Padecer de una enfermedad asociada al sistema cardiovascular, con agotamiento en el músculo cardíaco.
- Intoxicación crónica debida a la ingesta excesiva de medicamentos, por insuficiencia renal, por sobredosis de vitamina D en bebés, por aportes de sustancias tóxicas en el caso de enfermedades metabólicas, radioterapia.
- Trastornos endocrinos como cambios en la actividad de las glándulas endocrinas.
- Razones asociadas con el entorno familiar del niño, que provocan que el niño no desee ingerir alimentos.
En el caso de los adultos mayores:
- La hiporexia puede ser causada por un problema psicológico, como la depresión y la ansiedad.
- Puede ser de carácter social, debido al aislamiento o al distanciamiento del ambiente donde han permanecido toda su vida.
Y también puede ser la manifestación de un síntoma de alguna enfermedad como:
- Presencia de lesiones tumorales benignas en el hígado, el páncreas, las vías biliares y el tubo digestivo.
- Presencia de tumores cancerosos en el hígado, el páncreas, las vías biliares y el tubo digestivo.
- Inflamaciones en el tubo gastrointestinal, como la estomatitis, enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn), la esofagitis por reflujo, la duodenitis, la gastritis, la inflamación anorrectal infecciosa, las úlceras gástricas y duodenales, parasitosis intestinales, la esofagitis por reflujo, la duodenitis y la gastritis.
Consecuencias de la hiporexia
Una de las consecuencias más severa de esta patología, es la desnutrición.
Para ambos grupos etarios la hiporexia desencadena en una pérdida de peso y en una disminución de la capacidad del sistema inmunológico de atacar a los organismos y sustancias que invaden nuestros cuerpos, haciéndolos más propensos a contraer enfermedades.
En el caso de los niños esta situación produce un retardo en el crecimiento normal del niño y en el desarrollo de su capacidad intelectual.
Diagnóstico
La pérdida de apetito requiere de un tratamiento urgente, y para descartar la presencia de cualquier otra enfermedad, deben realizarse diagnósticos diferenciales, como hematología completa, análisis general de orina, ultrasonido de órganos internos, entre otros.
El tratamiento y control de una enfermedad subyacente, conduce a la restauración del apetito.
Tratamiento de la hiporexia
El tratamiento debe estar orientado a la ingesta de alimentos con alto contenido nutricional.
Controlar la ingesta de calorías
Se deben repartir en 5 o 6 comidas con poco volumen, pero incluyendo en la dieta alimentos muy nutritivos.
Al realizar este número de comidas se evita que se sacien muy rápidamente y que lleguen a la próxima comida con más apetito.
Alimentos de fácil ingestión y a temperaturas adecuadas
Los alimentos que se sirvan no deben estar muy calientes y deben ser fáciles de masticar.
Para lograr una mayor ingestión de proteínas, se pueden servir las carnes molidas o bien picadas para que sean muy fáciles de ingerir.
Motivar el apetito
Es importante que se presenten alimentos con buena presentación, para que la comida luzca apetitosa, y se deben incluir alimentos al gusto y apetencia del afectado.
Comer a cualquier hora
No se deben tener horarios estrictos para la comida, puede administrarse alimentos en el momento que le apetezca aunque se salga del horario normal o el establecido para las comidas.
Alimentos energéticos y nutritivos
Para afrontar la enfermedad y evitar la desnutrición, es necesario que todos los alimentos aporten nutrientes y mucha energía.
Es recomendable añadir leche completa, caldos de proteína y huevos, aumentando el valor energético, sin aumentar las cantidades de las raciones.
Por todo esto es de gran importancia que la presentación de los platos sea atractiva y se incluya la mayor cantidad de nutrientes, para lograr la recuperación del apetito y evitar que la salud del individuo se vea afectada.