Es la inflamación del sistema linfático, que es una parte importante del sistema inmune.
El sistema linfático consiste en una red de órganos, células, conductos y glándulas o «nódulos» que se pueden encontrar en todo el cuerpo, pero son más evidentes debajo de la mandíbula, en las axilas y en la ingle.
La inflamación local de los vasos linfáticos puede ser aguda o crónica.
Sistema linfático
Los órganos que componen el sistema linfático incluyen:
- Médula ósea.
- Bazo.
- Timo (un pequeño órgano ubicado en la parte superior del tórax que ayuda a desarrollar los glóbulos blancos).
Las células inmunes llamadas linfocitos maduran dentro de la médula ósea y luego viajan a los ganglios linfáticos y otros órganos dentro del sistema linfático para ayudar a proteger el cuerpo contra virus y bacterias.
El sistema linfático también filtra un líquido blanquecino llamado linfa, que contiene glóbulos blancos que matan las bacterias.
La linfa viaja a través del cuerpo a lo largo de los vasos linfáticos, o canales, y recolecta grasas, bacterias y otros productos de desecho de las células y los tejidos.
Los ganglios linfáticos luego filtran estos materiales dañinos del linfa y producen más glóbulos blancos para combatir las infecciones.
La linfangitis ocurre cuando los virus y las bacterias infectan los canales del sistema linfático, generalmente a través de un corte o herida que se ha infectado.
A menudo habrá vetas rojas y blandas que van desde la herida hacia las glándulas linfáticas más cercanas.
Otros síntomas incluyen fiebre, escalofríos y una sensación general de malestar.
Si se trata rápidamente, la linfangitis a menudo desaparece sin efectos nocivos.
Si no se trata, pueden ocurrir complicaciones y la afección puede ser muy grave.
La linfangitis a veces se denomina erróneamente «envenenamiento de la sangre«, y a veces se confunde con tromboflebitis, la presencia de un coágulo en una vena.
Causas de la linfangitis
La linfangitis ocurre cuando bacterias o virus ingresan a los canales linfáticos.
Pueden ingresar a través de un corte o herida, o pueden crecer a partir de una infección existente.
Esta inflación se produce usualmente por una infección aguda y repentina de estreptococos o estafilococos.
Ambas infecciones son provocadas por bacterias.
La linfangitis puede ocurrir si una infección preexistente de la piel empeora.
Esto podría significar que las bacterias pronto ingresarán al torrente sanguíneo.
Esto puede causar complicaciones como la sepsis, una afección potencialmente mortal de inflamación en todo el cuerpo.
Otra causa de la linfangitis es la compresión de los vasos linfáticos por la presencia de un tumor.
Factores de riesgo
- Cuando el paciente padece de diabetes mellitus.
- El uso crónico de esteroides.
- Un tiempo prolongado con un catéter venoso periférico.
- Infección provocada por varicela.
- Pacientes inmunocomprometidos.
- Mordidas de humanos, animales o insectos.
- Infecciones de piel de tipo fúngica.
- La presencia de cualquier trauma en la piel.
- Uso crónico de esteroides.
Los niños con enfermedades sistémicas son más propensos a desarrollar linfangitis grave.
Los jardineros y los agricultores pueden desarrollar la afección si contraen esporotricosis, una infección fúngica transmitida por patógenos presentes en la tierra.
Síntomas
- Las presencia de rayas rojas lineares maculares a menudo trazan la superficie de la piel desde el área infectada hasta la glándula linfática más cercana.
- Pueden ser débiles o muy visibles y sensibles al tacto.
- Pueden extenderse desde una herida o corte. En algunos casos, las rayas pueden formar ampollas.
Otros síntomas incluyen:
- La presencia de resfriados.
- Las glándulas linfáticas se inflaman.
- Presencia de fiebre y escalofríos.
- Sensación de malestares generales.
- La pérdida del apetito.
- Los dolores de cabeza.
- Los dolores musculares.
- Sensibilidad y calor sobre la piel afectada.
- Pérdida de apetito.
Los síntomas son severos si el paciente presenta:
- Fiebre muy alta.
- Rigor.
- Toxicidad sistémica.
- Estado mental alterado.
Diagnóstico de la linfangitis
El médico realizará un examen físico, donde se palparán los ganglios linfáticos para verificar la hinchazón, se verificará la presencia de abscesos o traumatismo en la piel, corte, abrasión o infección por hongos.
El médico también puede ordenar diversas pruebas de diagnóstico e interpretación como:
- Una biopsia para revelar la causa de la hinchazón.
- Un hemocultivo, para verificar si la infección se ha trasladado a la sangre.
- Un hemograma completo puede mostrar la presencia de leucocitosis.
- Aspiración y cultivo de cualquier exudado o pus, para guiar cualquier tratamiento con antibióticos.
Dentro de las condiciones comúnmente asociadas se encuentran:
- Linfedema.
- Disección de ganglios linfáticos.
- Pie de atleta.
- Esporotricosis.
- Celulitis.
- Erisipela que a menudo coexiste con esta inflamación.
- Filariasis linfática o elefantiasis.
- Tromboflebitis séptica.
- Tromboflebitis superficial, en este caso se siente la induración sobre la vena.
- Dermatitis de contacto.
- Reacciones alérgicas.
Tipos
Existen dos tipos de linfangitis:
Linfangitis aguda
- Reticular: edema en forma de retícula rellena de células blancas de la sangre, se observa una especie de cuerda roja, endurecida y dolorosa, provoca hipertermia en la zona afectada. No se presentan signos como fiebre.
- Troncular: este tipo de linfangitis es reticular pero asociada a signos como fiebre (40 °C) con malestar general. Pueden surgir complicaciones como los abscesos, bursitis y linfedema.
- Profunda: esta es la forma más rara. Se observan signos como fiebre y la particularidad de que el dolor se agudiza cuando se realiza la palpación.
Linfangitis crónica
Se produce por agentes externos como parásitos o virus.
Las paredes linfáticas se hinchan, ocupando todo el orificio del vaso.
Los síntomas van a variar dependiendo del agente causal de la linfangitis.
Entre estos se encuentran aquellos provocados por parásitos y otros agentes causantes de enfermedades subyacentes.
Tratamiento
Linfangitis aguda
El tratamiento de la linfangitis aguda consiste en descanso, la inmovilización del miembro afectado, y medicamentos como los anti-inflamatorios y anti-edemas, además se recomienda para prevenir posibles complicaciones la heparina.
A menudo no se necesita cirugía excepto para ciertas complicaciones.
Linfangitis crónica
Cuando se trata de este tipo de linfangitis, el tratamiento va dirigido al patógeno que la causa, y va acompañado por una terapia de rehabilitación.
También en este caso el tratamiento quirúrgico está dirigido a manifestaciones secundarias.
El tratamiento debe comenzar de inmediato para evitar que la enfermedad se propague y consiste en:
- Antibióticos orales, para tratar la infección como Dicloxacilina, Nafcilina, Cephalexin y Clindamicina si es alérgico a la penicilina o la cefalosporina.
- Medicamentos para el dolor, como acetaminofeno o ibuprofeno.
- Medicamentos antiinflamatorios, para reducir la hinchazón.
- Cirugía, para drenar cualquier absceso que pueda haberse formado.
- Terapia antimicrobiana intravenosa, como trimetoprim-sulfametoxazol.
Se puede ayudar a sanar y aliviar el dolor aplicando unas compresas calientes.
Pase agua caliente sobre un paño o toalla y aplíquelo en el área sensible y aplique tres veces al día.
El calor promoverá el flujo sanguíneo y estimulará la curación.
También se puede tomar una ducha tibia y colocando el cabezal de ducha sobre el área infectada.
Si es posible, mantenga el área infectada elevada.
Esto ayuda a reducir la hinchazón y ralentiza la propagación de la infección.
Complicaciones de la linfangitis
La linfangitis se puede propagar rápidamente, dando lugar a complicaciones tales como:
- Celulitis (una infección de la piel).
- Bacteriemia (bacteria en la sangre).
- Sepsis (inflamación corporal).
- Abscesos (acumulación dolorosa de pus, generalmente con hinchazón e inflamación).
Si las bacterias ingresan al torrente sanguíneo, la afección puede provocar la muerte.