Es un tumor benigno formado por huesos que generalmente mide menos de 2 cm de tamaño.
Consiste en un nido vascularizado central que representa el tejido neoplásico y éste se encuentra rodeado por hueso reactivo normal.
Por lo general, es una sola lesión que es muy dolorosa. El nido se asemeja microscópicamente al mismo tipo de tejido que un osteoblastoma.
Signos y síntomas del osteoma
Entre los síntomas de la afección se pueden mencionar:
- Dolor progresivo que se alivia significativamente con aspirina o un AINE (muy raramente, menos del 1%, puede ser indoloro). Este malestar suele ser peor en las noches.
- Los tumores próximos pueden aumentar el crecimiento y causar asimetría esquelética.
- Las lesiones epifisarias pueden causar un derrame articular y un cuadro clínico similar a la artritis reumatoide.
- Las lesiones vertebrales pueden causar escoliosis por espasmo muscular.
- Los hombres son más comúnmente afectados que las mujeres.
- El osteoma es más común en la segunda década de vida.
- El 75% -80% de los pacientes se encuentran entre los 25 años y raramente superan los 30 años.
Lugares de la afección
Su aparición es más frecuente en el área facial o craneal.
También existe el osteoma osteoide que se desarrolla en el cuello femoral, pero puede ocurrir en cualquier lugar dentro de un hueso (metafisario, diafisario, epifisario, cortical, medular y perióstico), 50% ocurre en los huesos largos de las extremidades inferiores.
La mayoría de los osteomas son de origen intracortical, pero también pueden ocurrir en el canal medular o subperióstico.
¿Qué causa un osteoma?
El osteoma se puede generar por el incremento activo del hueso de forma anormal que se genera por encapsularse.
Este crecimiento también puede generarse por un trauma o contusión en el área afectada, que se va formando lentamente y por ser en algunos casos asintomáticos se detecta cuando el crecimiento en visiblemente notorio o de forma fortuita durante un chequeo médico general.
Diagnóstico
Cuando se sospecha de la presencia de un osteoma se puede realizar:
Un estudio de rayos X para detectar si la zona afectada se encuentra rodeada de esclerosis marcada o si se muestra mineralización u osificación usualmente desde el centro hacia afuera que aparece como una zona central de densidad.
Este tipo de afección fuertemente osificado puede confundirse con la esclerosis circundante y ser difícil de detectar en una radiografía simple.
Los osteomas osteoides corticales y subperiósticos generalmente se asocian a una esclerosis mucho más reactiva que los tumores medulares.
La reacción perióstica es continua y a menudo aparece como un engrosamiento cortical (reacción de aparición benigna).
Los osteomas osteoides intracapsulares son difíciles de identificar porque no hay periostio en la región intracapsular y, por lo tanto, no se produce una reacción perióstica.
Con la radiografía se pueden detectar los signos de doble densidad porque se puede apreciar lo caliente dentro del nido y la acumulación menos intensa periféricamente dentro del hueso esclerótico.
La MRI se debe realizar con gadolinio si es posible, debido a que un osteoma en la RM puede simular los hallazgos de un tumor maligno como el sarcoma de Ewing o la osteomielitis debido a la presencia de edema de médula ósea y tejido blando que puede ser extenso y dificultar el discernimiento.
La resonancia magnética es buena para detectar sinovitis y derrame articular con osteomas osteoideos articulares.
Comportamiento biológico
Los osteomas exhiben un potencial de crecimiento limitado hasta cierto tamaño y luego dejan de crecer; algunos tumores pueden regresar de manera espontánea.
Los osteomas osteoides que se producen al lado de las articulaciones pueden hacer que la membrana sinovial adyacente se engrose y puede haber infiltrados de células inflamatorias crónicas con características linfoprolíticas en el sinovial que logra confundirse con artritis reumatoide.
Tratamiento del osteoma
En la actualidad, la mayoría de los osteomas son susceptibles de ablación por radiofrecuencia percutánea guiada por TC (ablación con radiofrecuencia).
Esta es una técnica mínimamente invasiva en la cual el paciente se somete a anestesia general y el nido se localiza bajo una tomografía computarizada. Se coloca una aguja y luego el nido se quema por medio de ondas de radiofrecuencia.
Tiene más del 90% de éxito y hay riesgos mínimos. La mayoría de los pacientes notan que el dolor desaparece al día siguiente. Hay poco tiempo de inactividad y la mayoría de los afectados retoman sus actividades normales dentro de uno o dos días.
Algunos pacientes pueden requerir una escisión quirúrgica abierta o una «resección de reducción de rebabas» del osteoma osteoide.
Pronóstico
Este es un tumor benigno y no hay riesgo de metástasis, la ablación de radiofrecuencia es efectiva más del 90% del tiempo.
Los resultados de la ablación por radiofrecuencia son mejores que los reportados con la escisión quirúrgica y hay menos morbilidad y posibles complicaciones.
Precaución
Puede ser difícil identificar el osteoma fácilmente, especialmente en regiones escleróticas intracorticales.
El osteoma osteoide de las extremidades puede causar atrofia de los músculos cercano, si llega a ser radiográficamente indetectable, el paciente puede ser tratado erróneamente por artritis.