Es la inflamación del peritoneo, la delgada capa de tejido que cubre el interior de su abdomen y la mayoría de sus órganos.
La inflamación suele ser el resultado de una infección fúngica o bacteriana. Esto puede ser causado por una lesión abdominal, una afección médica subyacente o un dispositivo de tratamiento, como un catéter de diálisis o un tubo de alimentación.
La peritonitis es una enfermedad grave que necesita atención médica inmediata. Se necesitan antibióticos por vía intravenosa (IV) para tratar la infección.
La cirugía a veces es necesaria para eliminar el tejido infectado. La infección puede diseminarse y poner en peligro la vida si no se trata oportunamente.
Datos Rápidos sobre la Peritonitis
- La peritonitis es una infección del revestimiento del estómago.
- Puede causar hinchazón y dolor de estómago severo. La peritonitis se considera una emergencia médica.
- La afección se puede diagnosticar mediante tomografías computarizadas, ecografías y análisis de sangre.
- La peritonitis puede ser causada por una lesión o infección.
- Se trata con antibióticos IV o cirugía, según la causa.
¿Que es el Peritoneo?
La cavidad abdominal contiene las partes principales del intestino, como el estómago y los intestinos. También contiene otros órganos como el hígado y los riñones.
El peritoneo recubre la pared abdominal pero también forma pliegues que van hacia adentro. Al plegarse, el peritoneo se teje entre los órganos abdominales, proporcionando una membrana que protege y estabiliza los órganos en el abdomen.
Los pliegues del peritoneo también contienen sangre y suministros nerviosos. Estos vasos se pueden ver corriendo a través de la membrana que asegura los intestinos.
¿Qué causa la Peritonitis?
Hay dos tipos de peritonitis. La peritonitis bacteriana espontánea (SBP) o peritonitis espontánea primaria, una infección que se desarrolla en el peritoneo, es el resultado de una infección del líquido en la cavidad. La insuficiencia renal o hepática puede causar esta afección.
Las personas en diálisis peritoneal por insuficiencia renal también tienen un mayor riesgo de peritonitis bacteriana espontánea. La peritonitis secundaria generalmente se debe a una infección que se ha diseminado desde el tracto digestivo.
Ambos tipos de peritonitis son potencialmente mortales. La tasa de mortalidad por peritonitis depende de muchos factores, pero puede ser tan alta como 40% en aquellos que también tienen cirrosis. Hasta 10% puede morir de peritonitis secundaria.
Los factores de riesgo más comunes para la peritonitis espontánea primaria incluyen:
Enfermedad hepática con cirrosis. Dicha enfermedad a menudo causa una acumulación de líquido abdominal (ascitis) que puede infectarse.
Insuficiencia renal en diálisis peritoneal: esta técnica, que implica la implantación de un catéter en el peritoneo, se utiliza para eliminar productos de desecho en la sangre de personas con insuficiencia renal.
Está relacionado con un mayor riesgo de peritonitis debido a la contaminación accidental del peritoneo a través del catéter.
Las siguientes condiciones y causas comunes pueden conducir a peritonitis:
- Una herida o lesión abdominal.
- Un apéndice roto.
- Una úlcera de estómago.
- Un colon perforado.
- Diverticulitis.
- Pancreatitis o inflamación del páncreas.
- Cirrosis del hígado u otros tipos de enfermedad hepática.
- Infección de la vesícula biliar, los intestinos o el torrente sanguíneo.
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
- Enfermedad de Crohn.
- Procedimientos médicos invasivos, incluido el tratamiento de la insuficiencia renal, cirugía o el uso de un tubo de alimentación.
Las causas no infecciosas de peritonitis incluyen irritantes como bilis, sangre o sustancias extrañas en el abdomen, como el bario.
Síntomas de la Peritonitis
Los síntomas de la peritonitis son serios. Necesitan atención médica urgente en una sala de emergencias cercana o una llamada de ambulancia. Las personas que desarrollan peritonitis mientras están en el hospital necesitan atención urgente.
El síntoma principal es un dolor de estómago repentino y severo que empeora. Algunos efectos de la peritonitis están relacionados con efectos graves en el cuerpo, como la deshidratación y el shock.
Los síntomas variarán según la causa subyacente de su infección. Los síntomas comunes de la peritonitis incluyen:
- Sensibilidad abdominal o sensibilidad en el punto de su abdomen.
- Dolor en su abdomen que se vuelve más intenso con el movimiento o el tacto.
- Distensión abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Estreñimiento o la inhabilidad de pasar el gas.
- Producción urinaria mínima.
- Anorexia o pérdida del apetito.
- Sed excesiva.
- Fatiga.
- Fiebre y escalofríos.
Si está en diálisis peritoneal, su líquido de diálisis puede aparecer turbio o tener motas blancas o grumos. También puede notar enrojecimiento o dolor alrededor del catéter.
Es importante obtener ayuda médica para estos síntomas, ya sea que se relacionen con la peritonitis o no. Los médicos querrán descartar peritonitis o tratar otras afecciones potencialmente mortales.
Abdomen Hinchado
Un abdomen hinchado también es un síntoma de peritonitis. Cuando una ruptura causa peritonitis, el líquido llena la cavidad abdominal y el intestino, lo que resulta en la pérdida de líquido del resto del cuerpo. Esto causa los peores efectos de deshidratación de la peritonitis.
Cuando la enfermedad hepática es la causa de la peritonitis, un abdomen hinchado puede ocurrir por una razón diferente. Esto generalmente ocurre sin la perforación observada en otros tipos de peritonitis. Esto se conoce como peritonitis bacteriana espontánea.
Esta forma de peritonitis tiene diferentes síntomas. La incomodidad es el síntoma principal de la peritonitis bacteriana espontánea debido a la presión del aumento de líquido.
Para las personas con enfermedad hepática cuyos abdómenes hinchados se infectan, el dolor es leve a moderado, no severo.
Diagnosticando la Peritonitis
Si tiene síntomas de peritonitis, busque atención médica de inmediato, buscar atención médica inmediata es especialmente importante para los pacientes de diálisis peritoneal que tienen una combinación de dolor abdominal y una opacidad del líquido peritoneal.
Esta combinacion es causada por una acumulación de glóbulos blancos que combaten las infecciones.
Retrasar su tratamiento podría poner su vida en riesgo, debido a que la peritonitis puede conducir rápidamente a complicaciones potencialmente fatales.
Complicaciones como sepsis y shock séptico, que causa una caída masiva de la presión sanguínea, insuficiencia orgánica y muerte, es esencial recibir un diagnóstico rápido seguido de un tratamiento adecuado.
Su médico le preguntará sobre sus síntomas y su historial médico y le realizará un examen físico completo. Esto incluirá tocar o presionar sobre su abdomen, lo que probablemente causará cierta incomodidad.
Varias otras pruebas pueden ayudar a su médico a diagnosticar la peritonitis:
Una prueba de sangre, llamada conteo sanguíneo completo (CBC por sus siglas en ingles), puede medir su conteo de glóbulos blancos (WBC por sus siglas en ingles). Un conteo alto de leucocitos generalmente indica inflamación o infección. Un hemocultivo puede ayudar a identificar las bacterias que causan la infección o la inflamación.
Si tiene una acumulación de líquido en su abdomen, su médico puede usar una aguja para extraer un poco y enviarlo a un laboratorio para análisis de fluidos. Hacer un cultivo del líquido también puede ayudar a identificar bacterias.
Cirugía exploratoria, su médico también puede realizar una paracentesis, un procedimiento en el que se extrae líquido de la cavidad abdominal a través de una aguja delgada y se revisa para detectar infección.
La paracentesis es útil para identificar peritonitis espontánea primaria y peritonitis secundaria causada por pancreatitis, esto implica tomar líquido del abdomen para verificar directamente si hay infección. Se inserta una aguja delgada a través de la pared abdominal bajo anestesia local.
El líquido luego se analiza para detectar signos de inflamación e infección.
El exceso de líquido en el abdomen puede llenar la cavidad abdominal entre los órganos. Los médicos llaman a esta condición ascitis, y el fluido se conoce como líquido ascítico.
La prueba incluye el envío de la muestra de fluido para analizar los recuentos de glóbulos blancos y los productos químicos. El laboratorio también puede buscar bacterias y otros microbios bajo el microscopio, o mediante el uso de manchas y cultivos. No todos los casos de peritonitis requieren paracentesis.
Tener líquido en el abdomen puede ser la razón de la visita al hospital en primer lugar. Este líquido extra es más común en personas que tienen enfermedad hepática.
La peritonitis bacteriana espontánea se encuentra en aproximadamente el 20 por ciento de las personas ingresadas en el hospital con ascitis debido a la cirrosis hepática.
Las pruebas de imagen, como las tomografías computarizadas y las radiografías, pueden mostrar cualquier perforación o agujero en el peritoneo.
Si está en diálisis, su médico puede diagnosticar peritonitis basándose en la apariencia de líquido de diálisis turbio.
Cómo se trata la Peritonitis
El primer paso para tratar la peritonitis es determinar su causa subyacente. El tratamiento generalmente incluye antibióticos para combatir infecciones y medicamentos para el dolor.
Si tiene intestinos infectados, un absceso o un apéndice inflamado, es posible que necesite una cirugía para extraer el tejido infectado, lo admitirán en un hospital, por lo general, inmediatamente comenzará a recibir antibióticos por vía intravenosa o medicamentos antimicóticos para tratar la infección.
Se necesitarán tratamientos de apoyo adicionales si la falla orgánica de la sepsis se desarrolla como una complicación de la infección. Dichos tratamientos pueden incluir líquidos por vía intravenosa, medicamentos para mantener la presión sanguínea y soporte nutricional.
Si está en diálisis renal y tiene peritonitis, es posible que deba esperar hasta que la infección desaparezca para recibir más diálisis. Si la infección continúa, es posible que necesite cambiar a otro tipo de diálisis, como la hemodiálisis.
Puede recibir medicamentos que se inyectan directamente en el tejido peritoneal, una estrategia que según algunos estudios es más efectiva que los medicamentos por vía intravenosa.
Su tratamiento debe comenzar de inmediato para evitar complicaciones graves y potencialmente fatales.
En muchos casos, se requiere cirugía de emergencia, especialmente si la peritonitis ha sido causada por afecciones tales como apendicitis, una úlcera de estómago perforada o diverticulitis.
El tejido infectado, como un apéndice en estallido o un absceso, se extirpará quirúrgicamente. También lo hará cualquier parte del tejido peritoneal que haya sido seriamente dañada por la infección.
Durante su hospitalización, se lo controlará estrechamente para detectar signos de sepsis y shock séptico, que generalmente requieren una transferencia inmediata a una unidad de cuidados intensivos.
Las Complicaciones de la Peritonitis
Si no se trata oportunamente, la infección puede ingresar al torrente sanguíneo y causar shock y daño a los otros órganos. Esto puede ser fatal. Las posibles complicaciones de la peritonitis espontánea incluyen:
- Encefalopatía hepática: es una pérdida de la función cerebral que ocurre cuando el hígado ya no puede eliminar las sustancias tóxicas de su sangre.
- Síndrome hepatorrenal: es insuficiencia renal progresiva.
- Sepsis: que es una reacción grave que ocurre cuando el torrente sanguíneo se ve abrumado por las bacterias.
Las complicaciones de la peritonitis secundaria incluyen:
- Un absceso intraabdominal.
- Intestino gangrenoso, que es tejido intestinal muerto.
- Adherencias intraperitoneales, que son bandas de tejido fibroso que se unen a los órganos abdominales y pueden causar bloqueo intestinal.
- Shock séptico, que se caracteriza por una presión arterial peligrosamente baja.
Cómo Prevenir la Peritonitis
Si está en diálisis, lávese las manos y las uñas de los dedos antes de tocar el catéter. Limpie la piel alrededor del catéter diariamente. Siga las instrucciones de su médico con respecto al cuidado y almacenamiento de sus suministros médicos.
Aunque la peritonitis puede ser una complicación de la diálisis peritoneal, es mucho menos común de lo que solía ser debido a la tecnología mejorada y las técnicas de autocuidado que se enseñan durante el entrenamiento inicial.
Informe inmediatamente a su enfermera de diálisis peritoneal sobre cualquier posible contaminación de su líquido de diálisis o catéter. En muchos casos, una sola dosis de antibióticos puede evitar que una contaminación se convierta en una infección.
Si tiene dolor abdominal intenso o una lesión abdominal, como una herida con cuchillo, tome una de las siguientes medidas:
- Vea a su doctor.
- Ir a una sala de emergencias.
- Llame a los servicios de emergencia locales.
Perspectivas a Largo Plazo para la Peritonitis
El pronóstico para la peritonitis depende de la causa de su infección y de cuánto progresó antes de que comenzara el tratamiento. Los medicamentos y la cirugía generalmente pueden controlar la infección.
Si el tratamiento no comienza temprano, la infección puede diseminarse. Si otros órganos están dañados, su recuperación dependerá de su salud general y del daño que haya sufrido.
Sin un tratamiento inmediato, la peritonitis puede provocar condiciones más peligrosas, como sepsis y shock séptico. Como resultado, la afección puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida.