Se produce cuando el revestimiento interno de los párpados se hincha. Este forro transparente, llamado conjuntiva, también cubre la superficie del ojo.
La quemosis de la conjuntiva es un tipo de inflamación ocular.
La hinchazón de la conjuntiva puede hacer que el ojo se irrite y se presenta como una superficie exterior que parece acuosa o gelatinosa.
La quemosis es un síntoma no específico que puede tener varias causas diferentes. Se relaciona con alergias. A veces, una infección viral o bacteriana puede causarlo. La quemosis no es contagiosa; no puede atraparla de otra persona.
Causas
Hay una variedad de causas de quemosis, siendo la más frecuente las alergias, las infecciones virales y bacterianas, y el constante frotamiento de los ojos mismos. Cualquier factor que pueda provocar irritación ocular puede conducir al desarrollo de quemosis.
Las siguientes son algunas de las causas más comunes de quemosis:
- Alergias: cambios estacionales, caspa de mascotas, polen y prácticamente cualquier otra cosa a la que pueda ser alérgico tiene una alta probabilidad de hacer que sus ojos le piquen constantemente.
- Infecciones: causadas por bacterias o virus que conducen a una afección llamada conjuntivitis. Si bien estos tipos de infección pueden ser contagiosos, lo que provoca que los ojos se vuelvan rojos, con comezón y acuosos, el síntoma específico de la quemosis no se puede transmitir solo.
- Cirugías oculares: la realización de cualquier tipo de cirugía en el ojo o los párpados con frecuencia conduce al desarrollo de la quemosis. Afortunadamente, estos síntomas por lo general solo duran un par de días con un tratamiento adecuado con gotas para los ojos, compresas frías o parches temporales para los ojos.
- Hipertiroidismo: un trastorno de la glándula tiroides que conduce a la sobreproducción de hormona tiroidea. Esta afección puede ocasionar varios tipos de problemas oculares, como hinchazón de los ojos y retracción de los párpados.
- Frotamiento excesivo: tocar constantemente, frotar o rascarse los ojos es una causa común de quemosis. Nunca se recomienda restregar los ojos ya que esto inducirá más irritación y posiblemente incluso cause daño a los ojos.
Las causas menos comunes de quemosis incluyen:
- Celulitis orbital.
- Glaucoma agudo.
- Obstrucción de la vena cava superior.
- Dolores de cabeza en racimo.
- Urticaria.
- Rabdomiosarcoma de la órbita.
- Infecciones parasitarias.
- Lupus eritematoso sistémico.
- Angioedema.
- Dacriocistitis.
- Fístula cavernosa carótida.
Síntomas
- Ojos llorosos.
- Desgarro excesivo.
- Picazón en los ojos.
- Visión doble o borrosa.
Es posible que no pueda cerrar los ojos por completo durante un ataque de quemosis debido a la hinchazón. Algunas personas no tienen ningún síntoma de quemosis aparte de la inflamación.
Diagnóstico
El diagnóstico de quemosis consistirá en una serie de preguntas sobre la intensidad, la irritación, el dolor, el riego y la exudación del líquido de los ojos, así como cualquier otro síntoma de presentación. También es importante revelar cualquier alergia o afección médica previa que pueda tener.
También se realizará un examen minucioso de los ojos, lo que implicará el uso de equipos oftalmológicos especializados para ver la extensión de la patología ocular. Si es necesario, su médico también puede sugerir obtener estudios de imágenes del ojo o podrían realizar una biopsia en los casos en que se sospecha un tumor.
Tratamiento
Las metodologías de tratamiento generalmente dependen de la causa subyacente de su caso particular de quemosis. Los siguientes son ejemplos de varios tratamientos:
- Gotas para los ojos lubricantes: ayudan a combatir la sequedad e irritación de los ojos y se prescriben comúnmente en caso de hinchazón leve.
- Compresa fría: puede proporcionar un alivio inmediato para reducir la intensidad de la quemosis, pero solo en casos leves.
- Parches: hecho comúnmente para pacientes que tienen dificultad para cerrar el ojo. La aplicación de parches ayuda a evitar que el ojo se irrite excesivamente y se reseque.
- Corticosteroides: comúnmente administrados en forma de colirios para ayudar a reducir la respuesta inflamatoria del ojo y, posteriormente, reducir la hinchazón ocular.
- Medicamento antiinflamatorio: puede ser un medicamento tópico u oral para ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
- Antihistamínicos: un tratamiento común para las reacciones alérgicas para suprimir la liberación de histamina, una sustancia producida por el cuerpo cuando se expone a alérgenos.
- Adrenalina o epinefrina: tratamiento de emergencia estándar para las reacciones anafilácticas potencialmente mortales. Una necesidad absoluta en los casos en que el paciente tiene dificultad para respirar o tragar.
- Antibióticos: se pueden recetar para infecciones bacterianas que resultan en quemosis o posquirúrgico para reducir el riesgo de una infección secundaria. Esto puede venir en forma de gotas para los ojos o ungüentos medicados. Desafortunadamente, los antibióticos no son efectivos contra los virus.
- Conjuntivoplastia: una cirugía menor que implica realizar una pequeña incisión en la conjuntiva y la eliminación del exceso de membrana. Esto puede ser necesario en casos de hinchazón prolongada.
Prevención
En algunos casos, como después de una cirugía ocular, la quemosis puede no prevenirse. Sin embargo, si la quemosis es causada por alergias, tomar medidas para evitarlas y controlar los síntomas puede reducir el riesgo de brotes recurrentes de quemosis.
Se recomienda mantener un alto nivel de higiene personal para limitar el uso compartido de artículos personales que puedan entrar en contacto con los ojos, como toallas o productos cosméticos.
Practique un buen lavado de manos para evitar la propagación de bacterias. Además, evite tocarse excesivamente o frotarse los ojos, especialmente con las manos sucias.