Los vómitos intensos y prolongados pueden provocar desgarros en el revestimiento del esófago. El esófago es el tubo que conecta la garganta con el estómago.
El síndrome de Mallory-Weiss (MWS, por sus siglas en ingles) es una condición caracterizada por una ruptura en la membrana mucosa, o revestimiento interno, donde el esófago se encuentra con el estómago.
La mayoría de las laceraciones se curan en 7 a 10 días sin tratamiento, pero las laceraciones de Mallory-Weiss pueden causar hemorragias significativas. Dependiendo de la gravedad de la rotura, la cirugía puede ser necesaria para reparar el daño.
Causas
La causa más común de MWS es el vómito severo o prolongado. Si bien este tipo de vómitos puede ocurrir con enfermedades estomacales, también ocurre con frecuencia debido al abuso crónico de alcohol o la bulimia.
Otras afecciones también pueden provocar una rotura del esófago.
Éstas incluyen:
- Trauma en el pecho o el abdomen.
- Hipo grave o prolongado.
- Tos intensa.
- Levantar objetos pesados.
- Gastritis, que es una inflamación del revestimiento del estómago.
- Hernia hiatal: que ocurre cuando parte de su estómago empuja a través de parte de su diafragma.
- Convulsiones.
Recibir reanimación cardiopulmonar (RCP) también puede provocar una rotura del esófago.
El MWS es más común en hombres que en mujeres. Ocurre más a menudo en personas con alcoholismo.
De acuerdo con la Organización Nacional de Trastornos Raros, las personas entre las edades de 40 y 60 son más propensas a desarrollar esta condición. Sin embargo, hay casos de desgarros de Mallory-Weiss en niños y adultos jóvenes.
Síntomas
El MWS no siempre produce síntomas. Esto es más común en casos leves cuando las laceraciones del esófago producen solo una pequeña cantidad de sangrado y cicatrizan rápidamente sin tratamiento.
En la mayoría de los casos, sin embargo, los síntomas se desarrollarán. Estos pueden incluir:
- Dolor abdominal.
- Vomitar sangre, que se llama hematemesis.
- Arcadas involuntarias.
- Heces con sangre o negras.
La sangre en el vómito generalmente estará oscura y coagulada y puede parecer café molido. Ocasionalmente puede ser rojo, lo que indica que está fresco.
La sangre que aparece en las heces será oscura y se verá como alquitrán, a menos que tenga una hemorragia grande, en cuyo caso será roja. Si tiene estos síntomas, busque atención de emergencia inmediata.
En algunos casos, la pérdida de sangre de MWS puede ser sustancial y poner en peligro la vida.
Hay otros problemas de salud que pueden producir síntomas similares. Los síntomas asociados con MWS también pueden ocurrir con los siguientes trastornos:
- Síndrome de Zollinger-Ellison: que es un trastorno raro en el que los tumores pequeños crean un exceso de ácidos estomacales que conducen a úlceras crónicas.
- Gastritis crónica erosiva: que es la inflamación del revestimiento del estómago que causa lesiones similares a úlceras.
- Perforación del esófago.
- Úlcera péptica.
- Síndrome de Boerhaave, que es una ruptura del esófago debido a vómitos.
Solo su médico puede determinar si tiene MWS.
Diagnóstico
Su médico le preguntará acerca de cualquier problema médico, incluida la ingesta diaria de alcohol y las enfermedades recientes, para identificar la causa subyacente de sus síntomas.
Si sus síntomas indican una hemorragia activa en el esófago, su médico puede hacer lo que se llama esofagogastroduodenoscopia (EGD, por sus siglas en inglés). Tendrá que tomar un sedante y un analgésico para evitar molestias durante este procedimiento.
Su médico insertará un tubo pequeño y flexible con una cámara adherida, llamada endoscopio, por el esófago y hacia el estómago. Esto puede ayudar a su médico a ver su esófago e identificar la ubicación de la laceración.
Es probable que su médico también ordene un conteo sanguíneo completo (CBC) para confirmar la cantidad de glóbulos rojos. Su recuento de glóbulos rojos puede ser bajo si tiene hemorragia en el esófago. Su médico podrá determinar si tiene MWS en función de los hallazgos de estas pruebas.
Tratamiento
De acuerdo con la Organización Nacional de Trastornos Raros, el sangrado que resulta de las laceraciones en el esófago se detendrá por sí solo en aproximadamente 80 a 90 por ciento de los casos de MWS.
La curación generalmente ocurre en unos pocos días y no requiere tratamiento. Pero si el sangrado no se detiene, es posible que necesite uno de los siguientes tratamientos.
Terapia endoscópica
Es posible que necesite terapia endoscópica si el sangrado no se detiene por sí solo. El médico que realiza la EGD puede realizar esta terapia.
Las opciones endoscópicas incluyen:
- Terapia de inyección, o escleroterapia, que administra medicamentos a la laceración para cerrar el vaso sanguíneo y detener el sangrado.
- Terapia de coagulación, que brinda calor para sellar el vaso desgarrado. La pérdida extensa de sangre puede requerir el uso de transfusiones para reemplazar la sangre perdida.
Opciones quirúrgicas y otras
A veces, la terapia endoscópica no es suficiente para detener el sangrado, por lo que se deben utilizar otras formas de detener el sangrado, como la cirugía laparoscopia para coser la laceración cerrada.
Si no puede someterse a una cirugía, su médico puede utilizar una arteriografía para identificar el vaso sangrante y taparlo para detener el sangrado.
Medicación
También pueden ser necesarios medicamentos para reducir la producción de ácido estomacal, como famotidina (Pepcid) o lansoprazol (Prevacid).
Sin embargo, la efectividad de estos medicamentos aún está bajo debate.
Prevención del síndrome de Mallory-Weiss
Para prevenir MWS, es importante tratar las afecciones que causan episodios largos de vómitos intensos.
El uso excesivo de alcohol y la cirrosis pueden desencadenar episodios recurrentes de MWS. Si tiene MWS, evite el consumo de alcohol y hable con su médico sobre las formas de controlar su afección para evitar futuros episodios.