Es una proteína dímera producida por las células foliculares de la tiroides y utilizada por completo dentro de la glándula tiroides.
La proteína de tiroglobulina representa aproximadamente la mitad del contenido de proteína de la glándula tiroides.
El TG humano (HTG) es un homodímero de subunidades que contienen cada uno 2768 aminoácidos sintetizados (un péptido señal corto puede eliminarse del extremo N en la proteína madura).
Importancia
La proteína es un precursor de las hormonas tiroideas; estos se producen cuando los residuos de tirosina de la tiroglobulina se combinan con yodo y la proteína se escinde posteriormente.
Cada molécula de tiroglobulina contiene aproximadamente 100-120 residuos de tirosina, pero solo un pequeño número de estos están sujetos a la yodación por tiroperoxidasa en el coloide folicular.
Por lo tanto, cada molécula de Tg forma solo aproximadamente 10 moléculas de hormona tiroidea.
Función
La tiroglobulina (Tg), que es bien conocida como la precursora macromolecular de la hormona tiroidea, es la proteína más importante y abundante producida y almacenada en los folículos tiroideos.
En la última década, además de su papel bien establecido como precursor de la hormona tiroidea, hemos revelado importantes funciones nuevas para la Tg.
La tiroglobulina puede servir como un regulador negativo de los genes relacionados con la función tiroidea y un inductor del crecimiento de los tirocitos.
Es la proteína más importante y abundante en los folículos tiroideos, es bien conocida por su papel esencial en la síntesis de la hormona tiroidea.
Además de su papel convencional como precursor de las hormonas tiroideas, hemos descubierto una nueva función de la Tg como regulador endógeno de la función folicular en la última década.
El efecto de retroalimentación negativa recientemente descubierto de la Tg sobre la función folicular observada en la tiroides de ratas y humanos, proporciona una explicación alternativa para la observación de la heterogeneidad del folículo.
Dado el papel esencial de los efectos reguladores de la Tg, consideramos que la desregulación de la función Tg normal se asocia con múltiples enfermedades tiroideas humanas, incluida la enfermedad tiroidea autoinmune y el cáncer de tiroides.
Además, la Tg extratiroidea puede cumplir una función reguladora en otros órganos.
Se necesita una exploración adicional de la acción de la Tg, especialmente a nivel molecular, para obtener una mejor comprensión de los roles fisiológicos y patológicos de la misma.
Las nuevas funciones de la tiroglobulina han sido reconocidas durante la última década, incluyendo un efecto de retroalimentación negativa de la Tg sobre la función tiroidea a través de la regulación de la expresión de genes esenciales para la síntesis de hormona tiroidea, un efecto de promoción del crecimiento celular y funciones extratiroideas.
Sin embargo, nuestro conocimiento de la acción de la Tg a nivel molecular y su posible participación en la patología tiroidea (incluidas las enfermedades autoinmunes y el cáncer) es mucho menos completa.
Se necesita más investigación para explorar el mecanismo de reconocimiento de la Tg por los tirocitos, las vías de señalización responsables de la acción de la Tg y el papel potencial de la Tg en el desarrollo de todos los tipos de enfermedades tiroideas.
Enfermedades relacionadas
Las siguientes condiciones se asocian con niveles elevados de tiroglobulina:
Cáncer de tiroides:
El cáncer de tiroides es una enfermedad que se presenta cuando las células anormales comienzan a crecer en la glándula tiroidea.
La glándula tiroides tiene forma de mariposa y se encuentra en la parte frontal del cuello.
Produce hormonas que regulan la forma en que su cuerpo usa energía y que ayudan a su cuerpo a trabajar normalmente.
Los expertos no saben cuál es la causa exacta del cáncer de tiroides. Pero al igual que otros cánceres, los cambios en el ADN de sus células parecen desempeñar un papel importante.
Estos cambios en el ADN pueden incluir cambios que se heredan y los que suceden a medida que envejece.
Las personas que han estado expuestas a mucha radiación tienen una mayor probabilidad de contraer cáncer de tiroides.
El tratamiento de radiación ubicado en la parte anterior de su cabeza, cuello o tórax (especialmente durante la infancia) puede ponerlo en riesgo de contraer cáncer de tiroides.
Hay 4 tipos de cáncer de tiroides:
- Carcinoma folicular: es más común en países donde las personas no obtienen suficiente yodo en su dieta y no tiende a propagarse a los ganglios linfáticos.
- Carcinoma papilar: este tipo se encuentra en un solo lóbulo de la glándula tiroides y tiende a crecer muy lentamente.
- Carcinoma medular: es un cáncer que comienza en un grupo de celular tiroideas llamadas células C y es muy poco común. Las células C producen calcitonina, no hormona tiroidea.
- Carcinoma Anaplásico: este carcinoma es una forma rara de cáncer de tiroides y comúnmente hace metástasis de manera rápida hacia otros órganos del cuerpo, como los pulmones o los riñones, lo que lo hace muy difícil de tratar.
Hay muchas maneras de tratar el cáncer de tiroides, pero la cirugía es el tratamiento principal.
El objetivo del tratamiento para el cáncer de tiroides es deshacerse de las células cancerosas en su cuerpo.
Cómo se determina el tratamiento depende de su edad, el tipo de cáncer de tiroides que tenga, la etapa de su cáncer y su estado general de salud, y es probable que necesite más de 1 tipo de tratamiento.
Los tratamientos más comunes para el cáncer de tiroides son los generalmente usados para todos los tipos de cáncer. Estos incluyen:
- Cirugía.
- Tratamiento de yodo radioactivo.
- Radiación.
- Quimioterapia.
Tiroiditis de Hashimoto:
La tiroiditis de Hashimoto, también conocida como tiroiditis linfocítica crónica o la enfermedad de Hashimoto, es una enfermedad autoinmune en la que la glándula tiroides se destruye gradualmente.
Al principio puede no haber síntomas. Con el tiempo, la tiroides puede agrandarse formando un bocio indoloro.
Algunas personas eventualmente desarrollan hipotiroidismo con el aumento de peso que lo acompaña, sensación de cansancio, estreñimiento, depresión y dolores generales.
El sistema inmune ataca la tiroides en las personas que sufren de esta afección.
La causa exacta de Hashimoto no se conoce, pero se cree que muchos factores juegan un papel. Incluyen:
- Genética: es común en las personas con tiroiditis de Hashimoto, que sus familiares tengan problemas en la tiroides.
- Exceso de yodo: investigaciones sugieren que ciertos medicamentos y demasiado yodo, un elemento traza requerido por su cuerpo para producir hormonas tiroideas, puede desencadenar la enfermedad tiroidea en personas susceptibles.
- Exposición a la radiación: se han reportado casos aumentados de enfermedad tiroidea en personas expuestas a la radiación, incluidas las bombas atómicas en Japón y el tipo de radiación usada para tratar una forma de cáncer de la sangre llamada enfermedad de Hodgkin.
Los síntomas de Hashimoto pueden ser leves al principio o tardar años en desarrollarse.
El primer signo más ocurrente en la enfermedad es conocida como bocio, una tiroides agrandada.
Otros síntomas de una tiroides poco activa debido a Hashimoto pueden incluir:
- Aumento de peso.
- Fatiga.
- Palidez o hinchazón de la cara.
- Dolor en las articulaciones y los músculos.
- Estreñimiento.
- Dificultad para quedar embarazada.
- Dolor en las articulaciones y los músculos.
- Pérdida de cabello o adelgazamiento, cabello quebradizo.
- Períodos menstruales irregulares o pesados.
- Depresión.
- Frecuencia cardíaca disminuida.
El mejor tratamiento para esta enfermedad es usar medicamentos para regular los niveles de hormonas y restablecer el metabolismo normal, ya que esta afección no tiene cura.